Lara Dibildos y Fran Murcia se conocían en la boda de sus amigos y unos meses después, tras un noviazgo breve, decidían que lo mejor para ellos era casarse. Fue un enlace civil que celebraron en Badalona y que celebraron en el mes de febrero, en agosto de ese mismo año daban la bienvenida a Fran, el primer y único hijo de la pareja.
Tras cuatro años de matrimonio, confirmaban a los medios a través de un comunicado que se separaban, de mutuo acuerdo y en buenos términos, algo que han ido demostrando a lo largo de los años. Lara fue una de las invitadas en la boda de Fran cuando este rehizo su vida, y Fran no dudó en estar junto a Lara tras la muerte de su madre, Laura Valenzuela.
Entre ellos siempre ha habido una relación buena y cordial, por lo menos eso es lo que han mostrado en todo momento, aunque no siempre las cosas han sido tan sencillas. Ellos han hecho todo lo que ha estado en su mano para que, a pesar de las dificultades, las cosas salieran bien. Todo por su propio bien, pero sobre todo por el del hijo que tienen en común, que es una prioridad para ambos. Un joven que ahora ya tiene 25 años.
Fran es el único hijo que la pareja tuvo en común, pero es a su vez el hermano mayor del resto de hijos que la pareja ha tenido una vez que sus caminos se separaron. En 2009, Fran se casaba con Carolina López, con quien tenía una hija, a la que llamaron María. Por su parte, Lara le dio una nueva oportunidad al amor con el jinete Álvaro Muñoz Escassi, una relación que terminó por las infidelidades de él, pero que dio paso a una estupenda amistad.
Juntos tuvieron a su hijo Álvaro, pero Lara también acogió con los brazos abiertos a Anna Barrachina, la hija que Álvaro había tenido años atrás, pero que había mantenido en secreto por el bien de todos los implicados. Dibildos no dudó en abrir las puertas de su casa para que la joven pudiera quedarse con ella y así establecer vínculos con sus hermanos.
Fran Murcia Dibildos puede presumir de que sus padres han hecho todo lo que estaba en su mano para que tuviera una vida lo más normal posible, a pesar de que siendo hijo de quien es no siempre fuera sencillo. Durante mucho tiempo parecía que iba a seguir los pasos de su padre en el mundo del baloncesto, altura y habilidades no le faltaron, pero las cosas no salieron como se esperaba.
“Él, desde muy jovencito, por el baloncesto, se tuvo que ir de casa y ha estado mucho tiempo solo y ha tenido que luchar durante muchos años por sus sueños”, explicaba Lara durante una entrevista para El Español. Con la llegada de la pandemia, todos sus planes cambiaron y esto le hundió en cierta manera. “Se vio obligado a volver justo en el momento que había conseguido dar un paso muy importante en su carrera deportiva”.
Ahora parece que es el mundo de la música el que se ha convertido en su futuro, el joven puso rumbo a Estados Unidos con la intención de formarse para ser productor. Allí puede estar más cerca de su hermano Álvaro, quien ha conseguido una beca de fútbol para estudiar al otro lado del charco.