La fama no siempre es sinónimo de éxito. Son muchos los famosos que comienzan a disfrutar de ese reconocimiento cuando son muy jóvenes, pero a pesar de su intenso trabajo y dedicación, este se va consumiendo con el paso de los años. Es en ese momento cuando les toca poner los pies sobre la tierra e intentar sobrevivir haciendo lo que más les gusta, como es cantar o actuar. Es el caso de Angy Fernández, para quien el éxito conllevó una complicada madurez, marcada por una depresión, problemas de ansiedad y una intensa búsqueda de empleo.
Así, Angy cumplió la mayoría de edad siendo una de las adolescentes más famosas de nuestro país, después de pasar años estudiando en los pasillos del Instituto Zurbarán. Lo cierto es que sus compañeros de reparto también lo tuvieron complicado para hacerse un hueco en el cine o en la televisión, a excepción de Úrsula Corberó o Maxi Iglesias. Aún así, durante todo este tiempo, Angy Fernández siempre ha luchado por vivir de aquello que le gusta, por volver a apasionarse de la música y la interpretación.
Angy Fernández nació en Palma de Mallorca hace poco más de 30 años. Fue en el año 2005 cuando hizo su primera aparición en televisión y, luego, dos años después decidió presentarse a uno de los talent shows más exigentes, Factor X. En él interpretó varias canciones que hicieron que se convirtiera en una de las grandes favoritas por el público, aunque no llegó a hacerse con el primer premio. Fue en el 2008 cuando, probablemente, obtuvo el papel de su vida; interpretar a Paula en la serie Física o Química. En ese momento conoció de cerca lo que era la fama y donde pasó uno de los periodos más complicados de su vida.
“Cuando mejor me iba, de cara a la galería, fue cuando empecé a estar peor. Cuando tenía éxito, dinero, con 17 o 18 años, que de repente estaba en una serie de éxito, que no estaba teniendo una vida adolescente como mis amigas de Mallorca. Era otra vida”, confesó en una entrevista la actriz y cantante. Eso sí, la intérprete admitió que había pasado “muy buenos momentos”, pero “tener tanto trabajo y éxito me abrumó mucho”. “Coincidió que además estaba en una relación tóxica. Estaba obsesionada y enamorada, pero había mucho maltrato psicológico”, añadió Angy Fernández en una entrevista para el programa Este es mi mood.
Fue en ese momento cuando comenzaron los ataques de ansiedad. “Mi compañero de piso llamaba a mi madre y me di cuenta de que estaba haciendo sufrir a la gente porque mi madre me dijo: ‘Si a ti te pasa algo, yo me voy detrás”, recordó la cantante de esa época. También, Angy comentó que no entendía por qué no estaba disfrutando de esos momentos cuando lo tenía todo para ser feliz. “La depresión está, aunque en tu vida estén pasando cosas buenas. Tengas trabajo, pareja, vida más o menos estable”, explicó en la entrevista. También, ahora, en algunas ocasiones se ha planteado si tenía depresión, pero lo cierto es que la actriz ha reconocido que “es normal estar triste, hay días de mierda”.
Lo cierto es que ahora la vida de Angy es muy diferente. Vive una relación de lo más estable con el modelo Jaime García y disfruta de sus perros, Elvis y Noel. Además, ha participado en diversos proyectos en estos últimos meses, que han hecho que vuelva a estar saboreando el éxito. También, Angy ha vuelto al Teatro Lara de Madrid y saldrá de gira por varias ciudades de España con la obra en la que lleva participando desde hace años, La Llamada. Además, en su Instagram podemos observar que la joven está más optimista que nunca. “No forcemos, no nos agotemos mentalmente... que fluya y llegue cuando tenga que llegar”, comentó en una publicación.
Así, parece ser que Angy ha sabido crecer junto a sus sombras y ha sabido valorar el éxito y el trabajo. Ahora es consciente de que no tiene la misma fama que cuando empezó, pero eso no le ha permitido rendirse ni tirar la toalla por conseguir sus sueños. De esta manera, la cantante ha sabido convivir con la fama, superarse y seguir manteniendo sus trabajos en la televisión.