Fue en el año 2012 cuando Ryan Reynolds y Blake Livelyse dieron el ‘sí, quiero’. La pareja era considerada una de las más atractivas de Hollywood y, de esta forma, ponían el broche a una relación de hacía más de un año. Ambos son bastante celosos de su vida privada, pero aún así no dudan en hacer público su lado más divertido, sobre todo en las redes sociales.
Linterna verde
Así, haciendo gala de este buen humor, Ryan ha contado cómo conoció a su mujer. Ambos coincidieron en el año 2011 durante el rodaje de la película Linterna verde. Por aquel entonces, Blake había roto su relación con su compañero de set, Penn Badgley, y Ryan se había separado de Scarlett Johansson. Sí que es cierto que lo suyo no fue amor a primera vista y, en un primer momento, se convirtieron en muy buenos amigos. Además, ambos se aconsejaban sobre posibles romances.
Así, los dos acudieron a una cita doble, cada uno con su pareja. Según cuenta Reynolds fue una de las citas más incómodas de su vida, sobre todo para las otras personas, que observaban cómo entre Ryan y Blake había mucha química. Después, coincidieron en Boston. Este viaje se convertiría en uno de los más especiales de su vida. “Le rogué que se acostara conmigo”, explicó Ryan, en un chascarrillo.
“Una semana después pensé: ‘Deberíamos comprar una casa juntos’ y lo hicimos”, contó el actor. Así, parece ser que esa relación de amistad que mantuvieron justo antes de su relación, lo que hizo fue reforzar esta. Ahora, se han convertido en uno de los matrimonios más estables del mundo del cine.
Juntos han formado una familia. Y, aunque han intentado que los tres embarazos de Blake pasen desapercibidos, las alfombras rojas siempre les han delatado. Los actores tienen tres hijas, James, Inez y Betty. Parece ser que el confinamiento no fue nada fácil para ellas y lo pasaron “mal”. “Intentaba de alguna manera dirigir el barco, pero Blake lo hacía mejor que yo porque yo también soy un niño”, contó Ryan sobre esos complicados momentos.
Ambos han sabido conciliar y encontrar el equilibrio entre esa vida profesional y personal. Así, la pareja ha llegado al acuerdo de que no trabajarán en ninguna película a la vez. También, Ryan contó que cuando están rodando, aquel que no esté trabajando se traslada hasta el set con sus hijos.
Y, aunque todo parece bonito en la vida de la pareja, lo cierto es que han tenido que hacer frente a una complicada situación. El padre de Blake falleció de forma inesperada el pasado año debido a varias complicaciones cardiacas. Además, a la pareja siempre le perseguirá el recuerdo del lugar donde celebraron su boda.
El lugar elegido fue un bonito granero en Carolina del Sur. Eso sí, lo que el matrimonio no sabia es que ese sitio había estado habitado por esclavos que trabajaron en una plantación. Así, tras conocerlo, Blake y Ryan decidieron casarse, de nuevo, en otra ubicación.