Ha llegado el verano y las celebrities han dejado atrás estos tres meses de confinamiento, empezando a disfrutar de días de sol y agua. Britney Spears es una de ellas. La cantante ha querido dar la bienvenida al verano y ha acudido a la playa para refrescarse y ponerse morena junto su pareja, Sam Asghari, de quien estuvo separada parte de esta crisis. “Cuando no estábamos juntos recurrimos a FaceTime para hacer nuestros entrenamientos, la verdad es que funcionaba muy bien”, desvelaba en una entrevista el entrenador personal. Eso sí, la euforia del reencuentro no ha hecho que olviden la gravedad del asunto y han dado ejemplo ante sus millones de seguidores compartiendo imágenes donde se aprecia que están respetando las normas de seguridad establecidas por los gobiernos para evitar nuevos contagios.
“Todo lo que necesitas es amor y playa”, titulaba Britney a las fotografías que ha querido compartir tanto en sus redes sociales. En ellas se ve a la pareja tumbada en la toalla y posando con la mascarilla puesta. La intérprete de ‘Toxic’, que lleva puesto para la ocasión un bikini de animal print, también ha dejado ver un vídeo de cómo sus pies se introducen al mar y una fotografía de un cartel de donde habría cogido la idea para el encabezado de su publicación. Unas curiosas fotografías que han tenido respuesta por parte de los seguidores de la estadounidense, que han calificado a la cantante como “la reina del mar” e incluso han llegado a comparar a la pareja con los míticos muñecos Barbie y Ken.
El videoclip de Britney Spears, punto de partida de su historia de amor
La pareja se conoció hace tres años en el rodaje del videoclip de una de sus canciones, ‘Slumber Party’. En esta grabación, la cantante gateaba hacia el entrenador personal para beberse la leche que se había derramado de su vaso, una escena con un toque erótico que acabó derivando en esta relación. “Nos tocó esperar juntos durante más de 20 minutos después de grabar la escena, así que básicamente nos vimos obligados a charlar mientras estábamos ahí atrapados”, contaba la artista en una de sus entrevistas, en la que desveló que durante la conversación se habían dado cuenta de que compartían cosas muchas cosas en común y que terminó por intercambiarse los teléfonos. “Guardé su número y fue muy extraño, porque lo encontré cinco meses después al fondo de uno de mis bolsos. Pensé que él había sido muy lindo conmigo así que lo llamé”, contaba Britney.
Sam, por su parte, recordaba en la revista Men's Health lo intranquilo que se encontraba el día que la vio por primera vez y cómo intentó romper el hielo con ella con una broma que no tuvo el resultado que esperaba. “Estaba muy nervioso porque iba a conocer a una de las mayores estrellas de todos los tiempos. Tenía mariposas en el estómago. Y entonces, cuando ella se acercó a presentarse diciéndome ‘Hola, soy Britney’, lo único que se me ocurrió contestar fue ‘lo siento, ¿puedes repetirme tu nombre otra vez?’. Intentaba hacerme el gracioso, pero creo que nadie pilló el chiste”, recordaba el deportista, que aseguraba a la publicación que siempre iba a apoyar a la artista "porque es una bendición que le había ocurrido”.