Siempre se ha dicho de ella que es la mujer más divertida de América. The Ellen Show, el matinal que presenta con éxito desde 2003, ha ido avalando este título año tras año. Pero parece que a sus trabajadores no les hace tanta gracia. Así lo desveló el también humorista Kevin T. Porter en un hilo de Twitter en el que, además de definir a Ellen Degeneres como “una de las personas más malas del mundo”, pedía a sus excompañeros que diesen su versión de los hechos. A cambio, donaría dos dólares al Banco de Comida de Los Angeles por cada testimonio. Y vaya si lo han hecho.
Benjamin Siemon, redactor de televisión, definía la nariz de este icono LGTBI como “sensible”. El adjetivo iba por esto: “Todos deben comer chicle de un bol de su oficina antes de hablar con ella, y si cree que hueles mal, tienes que ir a casa y ducharte”.
Ante los supuestos feos al personal que ha trabajado durante estos casi veinte años en este talk show, siempre se recomendaba a las nuevas incorporaciones que no tuviesen en cuenta la actitud de Ellen. “Cada día escoge a alguien diferente para odiar de verdad. No es tu culpa, solo aguanta el tirón y será mala con otro al día siguiente”, les aconsejaban. Normalmente no creían las advertencias, “pero terminó siendo totalmente cierto”, explicaba Siemon en esta misma red social.
Estos testimonios, que se multiplicaron por decenas con el paso de los días, fueron apoyados por una de sus invitadas, la archiconocida youtuber de maquillaje Nikkie Tutorials, que tras su paso por el programa aseguró, aunque es “muy divertida”, “el trato en su programa era muy diferente al que daban en la televisión holandesa”, su país de origen.
Ante este aluvión de mensajes contra Ellen Degeneres, Chris Farah, una empleada del restaurante Real Food Daily, contó su experiencia sirviendo a la presentadora y a su mujer, Portia. Al parecer, al ver su esmalte de uñas levantado, llamaron al dueño quejándose. "No por su plato, sino por cómo quedaba en mi mano”, aclaró. “Casi me despiden”.
The Ellen Show sigue siendo viral aunque lo graben desde casa. La mansión de Degeneres ha sustituido al icónico plató en el que recibía a actores, cantantes y celebrities a diario. Pero esta situación, a pesar de no afectar en repercusión al programa, sí que ha tenido consecuencias para sus trabajadores. Tal y como informó Variety hace unos días, se les recortó el sueldo en un 60% sin un aviso previo.
Esto, tal y como alegó Warner Bros, se debió a que el personal solo trabajaba ocho horas, dos días a la semanas. La falta de previsión y de información fue causada, al parecer, “por las complicaciones del coronavirus”. Las conexiones de Ellen desde su casa ahora las graba una compañía de tecnología externa.