Ana Obregón está pasando por una de las etapas más complicadas de su vida. A mediados de 2020 tuvo que decir ‘adiós’ a su hijo Álex, quien a los 27 años falleció tras una larga y complicada enfermedad. A partir de ese momento, la vida de la actriz se desmoronó por completo, ya que se fue su pilar fundamental. Además, hace unos meses también murió su madre, a la que estaba muy unida.
Ana nació en el seno de una familia acomodada, en la que sus padres, Ana María y Antonio, quienes más adelante se convertirían en fundadores de La Moraleja, dieron todo para que sus hijos tuvieran un buen futuro. Tanto Ana como sus cuatro hermanos, Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio, se han mantenido siempre muy unidos ante la adversidad.
Tal es su buena relación que sus hermanas se trasladaron hasta Barcelona para estar en los últimos momentos junto a Álex y, sobre todo, apoyar a su hermana, quien estaba destrozada. Pero, a pesar de que Ana se ha convertido en una gran actriz y ha acaparado siempre infinidad de portadas de revista, sus hermanos siempre han deseado mantenerse en un segundo plano. Y así lo han hecho siempre.
El primero de hijos de Antonio y Ana María es Juan Antonio, quien nació en 1953. Puede ser que él sea el más discreto y hermético. Sabemos que estudió Arquitectura y que tiene su propio estudio, Ego Internacional. Además, también ha creado su propia marca de gafas de sol, Flamingo. Juan Antonio se casó en 1984 con Marta Vázquez de Castro y juntos tienen tres hijos. Uno de ellos, Juancho, es Jefe de Operaciones de la marca de su padre.
Su segundo hermano es Javier, estudió Económicas en la Universidad San Pablo CEU y pasó tres años en la Universidad de Georgetown, donde se formó en un curso de Administración y Gestión de Empresas. Desde febrero de 2017 es socio ejecutivo de Whizz Capital, una empresa que se mueve en el sector de activos inmobiliarios y patrimonio.
Puede ser que Javier fuera el que más miradas atrajera, al menos durante un momento de su vida, ya que contrajo matrimonio con Paloma Lago en octubre de 1990. Eso sí, se separaron diez años más tarde, aunque tuvieron un hijo, Javier, que estudió Business Administration en el prestigioso IE y trabaja en Deloitte. Fue en 2003 cuando Javier ‘padre’ se casó con la decoradora María Tevenet, con quien tuvo otros dos hijos.
Sin duda, los mejores apoyos de Ana, como ya hemos comentado, han sido sus dos hermanas, Celia y Amalia. Ellas son sus mejores amigas, tal y como ha comentado la actriz en más de una ocasión. Celia está casada con Ignacio Vega-Penichet López y lo hicieron en una grandiosa boda en la iglesia de San Jerónimo de Madrid. Durante su juventud mantuvo un affair con el torero Palomo Linares, aunque su deseo siempre fue mantenerse en el anonimato. Además, ha sido ella quien ha llevado los mandos de las empresas familiares.
Celia e Ignacio son padres de Celia, quien ha veraneado siempre junto a su primo Álex y a su tía Ana. La joven es abogada y le gustan mucho los caballos, ya que ha competido siempre desde que era pequeña. Tras el fallecimiento de Álex, Celia le dedicó unas emotivas palabras, donde comentó que nunca había sentido “tanto dolor”.
Por su parte, Amalia fue modelo y en 1956 se casó con el coreógrafo, Giorgio Aresu, con quien tuvo dos hijas, Amalia y Carolina. La pareja acabó separando sus caminos en 1997. Carolina es muy conocida en el mundo de la hípica, ya que ha sido campeona sub-21 de España y de Europa por equipos. Amalia ha estudiado Comunicación Audiovisual y, también, ha desfilado para algunas marcas de moda. Junto a su madre ha fundado una empresa de estudios de mercado y se convirtió en madre hace unos años.