Carlos Falcó fallecía el pasado mes de marzo fallecíael pasado mes de marzo a los 83 años de edad tras ser ingresado en estado grave en la Fundación Jiménez Díaz a causa del coronavirus. El marqués de Griñón dejaba viuda a Esther Doña, la que había sido su cuarta esposa. Ahora, tres meses después de su muerte, la exmodelo ha abandonado por su propia cuenta el palacio de Rincón, tras haber sido puesta en venta por parte de los hijos del aristócrata.
Recogiendo solo sus pertenencias y junto al bichón maltés que su marido le regaló hace dos años en navidad, Esther ha dejado atrás la finca donde vivía con el Marqués de Griñón, y donde ha estado recluida durante estos tres meses de estado de alarma. Según la revista ‘¡Hola!’, la modelo habría tomado esta decisión por sí misma al ver que los hijos de Carlos habían puesto en venta el domicilio. Tras su salida de la vivienda, Esther se ha instalado en el piso que posee en Majadahonda, donde ha sido fotografiada junto a su perra ‘Chloe’ y con la alianza de su boda puesta.
Con su salida voluntaria no habría sido necesario llegar a algún tipo de acuerdo económico con los hijos de su marido, cómo otras fuentes señalaban que pasaría. La inexistente relación de la exmodelo con ellos ha llenado titulares en más de una ocasión. Lo más destacable, la ausencia de éstos en la boda de su padre. Solamente Duarte y Aldara quisieron acudir al enlace, que tuvo lugar en la misma finca que hoy venden.
Todavía no se ha hecho público cómo ha sido el reparto de los bienes de Carlos Falcó entre sus 5 hijos. Lo único que sí que ha trascendido a los medios es que Tamara Falcó habría heredado el título de Marquesa de Griñón, tal y cómo habría dejado escrito en el testamento. Para evitar problemas legales, Carlos quiso hacer una cesión en vida, incluyendo este título en un apéndice y contando con la aprobación del Rey.
Ni Esther ni los 5 hijos pudieron despedirse del empresario, ya que las medidas de seguridad para evitar los contagios de coronavirus no lo permitían. Con una ceremonia de apenas 5 minutos antes de su incineración y manteniendo la distancia de seguridad obligatoria, los hijos se despidieron del marqués sin ni siquiera poder abrazarse los unos con los otros. Por eso, la familia tiene planeada realizar una ceremonia, en cuanto pase el estado de alarma, para repartir sus cenizas por el campo de su finca Casa de Vacas, en Toledo.
La mujer del empresario ha preferido mantenerse en silencio desde que se supiera la noticia del fallecimiento de su marido, pero Tamara Falcó sí quiso dedicar en Instagram unas palabras a su padre tan solo unos días después de lo ocurrido. “Fue una persona excepcional, que amó a su país y trabajó por él sin descanso, como agricultor, productor de vinos e importando tecnologías que modernizaron la industria nacional. Fue un idealista, bueno y generoso con sus hijos y amigos y estará siempre vivo en nuestra memoria", recordaba con una foto de toda la familia reunida.