Este sábado se cumplen 20 años del atentado terrorista más cruento de la edad moderna. El 11 de septiembre de 2001 el mundo veía cómo Estados Unidos, la potencia líder mundial, era atacada por el grupo Al-Qaeda. Cuatro aviones comerciales con objetivos claros: las torres gemelas en Manhattan, el Pentágono en DC y el Capitolio – aunque este último acabase estrellándose en un campo de Pensylvania debido a la actuación de la tripulación y de los pasajeros-. En total, 2.996 víctimas entre las cuales pudo haber varios rostros muy conocidos. Personalidades de la talla de Sarah Ferguson o Michael Jackson podrían haber perecido en los atentados, pero la suerte, o el destino, quiso que se salvaran 'por los pelos'.
La duquesa de York, exmujer del príncipe Andrés de Inglaterra y madre de las princesas Eugenia y Beatriz de York vive desde hace décadas en Manhattan. Sarah Ferguson tenía aquella fatídica mañana una reunión en el World Trade Center. La ONG Chances for the Children con la que trabaja se encontraba ubicada en la planta 101 de la torre norte. El intenso tráfico de la gran manzana evitó que la duquesa de York llegara antes y, atrapada en los primeros momentos de confusión en el taxi, fue testigo de cómo el segundo avión impactaba contra la torre sur. "Ha sido el acontecimiento más horrendo que he vivido jamás", dijo un par de días después.
El rey del pop también se libró de morir trágicamente con el impacto de los aviones en las Torres Gemelas. Michael Jackson debía acudir a una reunión en los famosos rascacielos esa misma mañana, pero se quedó dormido.
El cantante de 'Beat it' estuvo hasta las tantas de la madrugada hablando por teléfono con su madre y no logró despertarse al día siguiente. Esta 'irresponsabilidad' le salvó la vida. Así lo contaba su hermana Jermaine Jackson en su biograía 'You are not alone: Michael through a brother's eyes', en la que aseguró que ninguno de ellos supo que la reunión debía haberse producido hasta que su madre no llamó muy preocupada esa misma mañana al hotel en el que se hospedaba tras producirse los atentados.
“Lo descubrimos cuando mamá llamó a su hotel para asegurarse de que estaba bien. ''Madre, estoy bien, gracias a ti. Me mantuviste hablando hasta tan tarde que me quedé dormido y me perdí mi cita'", cuenta la hermana sobre las palabras del difunto artista en el libro.
El medallista olímpico Ian Thorpe fue otro de los famosos que estuvo a punto de morir en Nueva York durante el 11-S. El nadador acababa de terminar su entreno matutino cuando decidió que hacía una mañana preciosa para fotografiar Manhattan. Ya en la zona cero, Thorpe descubrió que se había dejado la cámara de fotos en casa. Cogió un taxi y justo cuando entró por la puerta se enteró por televisión de la catástrofe que acababa de tener lugar y que por poco le cuesta la vida.
El actor estadounidense tenía pensado coger uno de los aviones que se estrelló contra una de las torres. La estrella de 'The Fighter', que tuvo que pedir perdón tras el atentado por asegurar que él hubiera podido "impedirlo con sus manos", tenía previsto viajar con unos amigos de Boston a Los Ángeles. Días antes, Mark Wahlberg cambiaron de planes y alquilaron un avión privado para viajar a un Festival de Cine en Toronto desde el cual regresaron ese 11 de septiembre. Mientras tanto, el avión comercial impactaba en la ciudad de los rascacielos.
Un error de agenda fue lo que salvó la vida a Seth McFarlane. El creador de 'Padre de Familia' tenía que coger uno de los aviones siniestrados el 11 de septiembre de 2001, pero un fallo de comunicación con su agencia de viajes hizo que perdiera el vuelo. Cuando McFarlane llegó al aeropuerto, su avión ya había despegado. Una hora después se estrelló contra las Torres Gemelas.
Paul McCartney también vivió muy de cerca los atentados del 11 de septiembre. En su caso fue distinto, ya que el ex Beatle no tenía previsto volar en ninguno de los cuatro aviones secuestrados por los terroristas, ni tampoco se encontraba cerca de ninguna zona cero. El británico se disponía a regresar a Londres desde Nueva York cuando, una vez ya sentado en su asiento de primera clase y el aeroplano comenzó a rodar por la pista, el piloto advirtió de la cancelación del vuelo.
"No podemos despegar, volvemos a la base". McCartney, extrañado, miró por la ventanilla. "Creí que era una ilusión óptica", recordaba en el 10º aniversario del atentado. "Se veían las Torres Gemelas y tres columnas de humo saliendo de ellas. Luego, una de las azafatas se me acercó y me dijo: 'Mire, ha pasado algo realmente serio en Nueva York y tenemos que sacarlo de aquí".
La actriz, sin saberlo, se convirtió en la heroína de una mujer aquel día. "Básicamente, lo que pasó fue que aquella mañana yo había ido a una clase de yoga muy pronto", contaba Gwyneth Paltrow en una entrevista. "Era la mañana del 11 de septiembre y yo ya volvía a casa cuando iba conduciendo y una mujer se cruzó en mi camino. "En ese momento, las dos nos paramos sin saber por qué, ella iba andando y yo conduciendo, pero lo cierto es que esa parada duró bastante rato".
Aquella desconocida iba a trabajar a una de las torres del World Trade Center, pero pararse a hablar con la actriz cambió su destino. Dos años después del atentado, Gwyneth recibió una carta de aquella mujer dándole las gracias por haberle salvado la vida. "Si no se hubiera producido ese encuentro siente que su vida hubiera girado por otro curso", comentaba la intérprete.