La familia Flores siempre ha estado muy unida. Por eso, cuando la matriarca se fue, el mundo y la vida de muchos de ellos se fue desvaneciendo. Especialmente, la de Antonio Flores, quien estaba muy unido a su madre. El joven había vivido una vida complicada, llena de luces y sombras, de adicciones y una espiral de emociones. El 16 de mayo de 1995 fue uno de los días más grises para la familia Flores.
Ese mismo día, Lola Flores se iba en su casa de La Moraleja después de una lucha incesante, durante años, contra el cáncer. Antonio siempre había descrito a su madre como la luz de su vida. Por eso, cuando se fue, los momentos más alegres de la vida del cantante se apagaron. Fue ella, también, quien ayudó a su hijo en sus peores días de adicción a las drogas.
Debido a su inmensa pena, Antonio falleció quince días después, el 30 de mayo de 1995, debido a una sobredosis de barbitúricos y alcohol. Parecía que no había podido superar el fallecimiento de su madre. Lola murió en su exclusiva casa, donde Antonio llegó ese 15 de mayo. Al saber que su madre había fallecido, el cantaor se llenó de rabia y dio un puñetazo a la pared, lo que hizo que le tuvieran que escayolar la mano.
En las horas siguientes se encerró en la habitación de su madre y sus familiares decidieron dejarle solo en esos momentos tan amargos. Unos días más tarde se celebró el entierro de La Faraona, donde miles de personas se reunieron en el cementerio de La Almudena para darle su último adiós.
El 26 de mayo, Antonio volvió a subirse a un escenario. Aunque para aquel entonces no había superado el fallecimiento de su progenitora. El lugar escogido fue Pamplona y el cantante tenía un aspecto bastante desmejorado, ya que se había pasado el día llorando. Sobre el escenario se acordó mucho de su madre y quiso dedicarle unas palabras.
El 30 de mayo, el hijo de La Faraona fue encontrado muerto. Por aquellos días, el joven seguía un tratamiento para no volver caer en las drogas. De esta forma, se convirtieron en los peores quince días para la familia Flores.
Fueron muchos los famosos que acudieron al Tanatorio a darle el último adiós al cantante. Entre ellos, estaba Antonio Vega, que formaba parte del grupo Nacha Pop. Los dos artistas habían formado parte de una etapa muy importante en la historia de la música. Además, en el tanatorio se produzco una bonita anécdota cuando Antonio Vega le dio un papel doblado a Rosario Flores. Él le dijo: “Sigue, sigue, solamente dile que si se siente muy solo, que me llame que cuando quiera me voy con él”.