Este último año no ha sido nada fácil para la familia Casillas-Carbonero. En mayo, Iker sufrió un infarto mientras entrenaba con su equipo, el Porto FC, y, un mes después, a Sara le operaron de un tumor en un ovario. Lo cierto es que, a pesar de las adversidades, la pareja siempre ha mostrado su cara más feliz y esperanzadora. La periodista volvió a recaer en febrero de este año y, aún así, no han cesado las publicaciones inspiradoras y con una gran carga de energía positiva, que transmite a través de su perfil de Instagram. Porque ambos, desde el minuto uno, se mostraron optimistas y están convencidos de que van a poder con esto y más. Además, cuentan con un apoyo fundamental; el de su familia y el de sus dos hijos, Martín y Lucas, que han demostrado en alguna ocasión el amor que se tienen.
Todo lo que sabemos de los dos pequeños es a través del perfil de Instagram de Sara e Iker, ya que siempre se han mostrado muy reservados al hablar de su vida privada. Lo que sí hemos podido intuir, aunque en la mayoría de fotos no se le vea la cara con nitidez, es que Martín es igualito a su madre. Parece que el hijo mayor ha sacado los genes de mamá y tiene esos ojos claros tan característicos. Además, como le pasa a Sara, la cámara le quiere y por eso no duda en posar frente al objetivo de sus padres. Pero, ¿cuáles son esas fotos de Martín que nos han robado el corazón?
La historia de amor entre Sara e Iker comenzó con el famoso beso que todos recordamos en el Mundial de África del año 2010. Fue, después de alzar la copa como capitán, cuando el portero fue entrevistado por la periodista, que se encontraba cubriendo el campeonato. En ese momento, Iker, no lo dudó, y quiso agradecer a su chica todo lo que había hecho por él con un beso. Eso sí, un beso en directo, del que fueron testigos millones de personas. Sí que es cierto que, antes de viajar a África, las cámaras ya habían pillado a Sara saliendo de la casa de Iker en más de una ocasión, pero lo que pasó en África fue la confirmación oficial de un bonito romance.
El primer hijo de la pareja, Martín, llegó al mundo a principios de enero del año 2014. El pequeño nació en la Ruber Internacional y, a la salida del hospital, sus padres posaban orgullosos con su niño en brazos. Desde pequeñito ya vimos que Martín apuntaba maneras y que no dudaba en sonreír cuando veía una cámara. Además, esos ojos claros, herencia de su madre, encandilaban a cualquiera.
Tan solo un año después, toda la familia se mudó hasta la ciudad portuguesa de Oporto, después de que Iker fichara por el Porto FC. Esos últimos meses en Madrid no habían sido fácil, debido a sus diferencias con el equipo que había sido tantos años su casa, el Real Madrid.
Así, la familia emprendió una nueva vida frente al río Duero y, además, parecían encantados. A los dos le encantaba esa sensación de no ser tan conocidos y de poder moverse con tranquilidad por la ciudad. Fue en ese momento cuando el pequeño Martín conoció la playa y el mar y se pasaba largas horas jugando con sus padres en las preciosas playas portuguesas. En el 2015, la periodista y el deportista anunciaron, a través de sus respectivos perfiles de Instagram, que esperaban a un integrante más en la familia. Además, la foto que lo anunciaba era muy especial: se podía ver a Martín besando la tripa de su madre. Esas Navidades que pasaron juntos fueron de las más especiales y las últimas como una familia de tres.
El 2 de junio nació el compañero de aventuras perfecto de Martín, Lucas. El pequeño llegó para completar la familia que tanto habían ansiado tener Sara e Iker. Por eso, ahora es muy frecuente que la pareja comparta fotografías de ambos jugando en la playa o en la espectacular casa donde viven, con vistas al mar. Lo cierto es que, tanto Iker como Sara, se derriten y se desviven por sus dos hijos.
Ahora, en estos momentos tan complicados, sus hijos se han convertido en su mayor apoyo y en su razón para seguir afrontando la vida con una sonrisa. Todo lo que hacen es por y para Martín y Lucas. Además, parece que Martín quiere seguir los pasos de su padre y ya ha debutado en las filas inferiores del Porto FC.