Si hiciéramos un manual del ‘buen vestir’, sin duda, recurriríamos a la influencer por excelencia, Olivia Palermo. Probablemente su nombre no haya calado tanto dentro de nuestras fronteras, pero fuera de ellas se ha convertido en la reina del estilo. La neoyorquina acumula en sus redes sociales casi siete millones de seguidores y se ha convertido en parte de la jet set americana, elevando sus ganancias -y su estilo- a otro nivel.
La joven tiene su propia línea de cosmética y es fundadora de una empresa que lleva su nombre y que gestiona todas las marcas que tienen que ver con su imagen. Olivia se hizo famosa durante una fiesta benéfica, cuando el fotógrafo Patrick McMullan inmortalizó su paso por la gala. Por aquel momento, hacía prácticas en la revista Quest.
Olivia es hija de Douglas Palermo, un conocido promotor inmobiliario, y de la diseñadora de interiores, Lynn Hutchings. La familia creció entre Nueva York y Greenwich, donde asistió a la St. Luke’s School y estudió en la Escuela de Arte y Diseño de Parsons en París. Más tarde se formó en Comunicación en la Universidad The New School.
En 2007 se convirtió en portada de la New York Magazine, convirtiéndose en una de las influencers -por aquel entonces ‘it girl’- más importantes del mundo. Tras esto, fue fichada por Wilhelmina Models y participó en distintos programas de televisión hasta que lo dejó todo por perseguir su camino en la moda.
Fue en noviembre de 2007 cuando Olivia acudió al estreno de una película que le cambiaría la vida. Fue allí donde conoció al modelo alemán, Johannes Huebl, del que se enamoró perdidamente. En 2014 ambos se dieron el ‘sí, quiero’ en una íntima ceremonia en el parque de Bedford, en Nueva York, donde solamente acudieron sus amigos y familiares más cercanos.
Además, para ese momento tan especial, la novia se decantó por un tres piezas de Carolina Herrera combinado con un suéter de cashmere, unos shorts blancos y una sobre falda midi con tul en varias capas. Además, lució unos Manolos azules, como la propia Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York.
La joven vive con su marido, Johannes Huebl, en un impresionante y exclusivo apartamento en Brooklyn. La casa está valorada en 2,5 millones de euros y tiene dos habitaciones, jacuzzi, un vestidor y unas impresionantes vistas al Puente de Brooklyn. Antes de mudarse hasta la periferia de la Gran Ciudad residió en el barrio de TriBeca, que dejó cuando pasó por el altar y el matrimonio adquirió esta nueva residencia.
Respecto a sus rutinas, la vida de Olivia Palermo comienza a las seis de la mañana, cuando se levanta y se pone manos a la obra para responder todos los correos que le llegan desde bien pronto. Luego, su jornada laboral se extiende hasta las seis de la tarde, solamente si ese día no tiene ningún desfile ni presentación.
A Olivia le gusta mucho pasar temporadas en nuestro país. Por eso, es muy común ver a la influencer disfrutar de unos días de sol y playa en las aguas de Ibiza. También, ha pasado por Marbella, donde recibió el premio Starlite. En su tiempo libre, comparte sus confidencias con Mafalda de Bulgaria, hija de Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria, de quien es muy amiga.