A simple vista podemos decir que Penélope y Mónica Cruz son físicamente, casi, idénticas. Las hermanas Cruz tienen el mismo rostro, la misma expresión, comparten experiencias de la vida y, desde siempre, han estado muy unidas. Al igual que con su hermano Eduardo, el pequeño. Sí que es cierto que, además de todo lo que les une, se encuentran con algunas diferencias en su forma de actuar y en la manera de encauzar su vida profesional. En Divinity te contamos cuáles son.
Mónica comenzó con el mundo de la danza cuando era muy pequeña. Así, se formó en el Real Conservatorio de Danza, convirtiéndose en bailarina emérita. A los siete años ya formaba parte de la compañía de Joaquín Cortés y emprendía todos los días un trayecto desde su Alcobendas natal hasta Madrid con el único objetivo de formarse con los mejores profesionales. Fue en uno de esos momentos cuando un productor de series quiso contar con ella para una de sus producciones y Mónica se metió de lleno en el mundo de la interpretación.
Por su parte, Penélope, la mayor, supo desde muy pequeña que quería actuar. Estas ganas crecieron después de ver varias películas de Pedro Almodóvar, del que ahora ella es su gran musa. Sí que es cierto que, aunque recibió varios cursos de ballet clásico, pronto dejó la danza de lado para formarse en la Escuela Cristina Rota, presentándose a una infinidad de castings. Su primera aparición interpretativa fue en un videoclip cuando tan solo tenía 14 años. Tras esto, comenzó a salir más y más en televisión hasta que presentó su primer programa.
No fue hasta cuando comenzó a protagonizar super producciones cuando su vida personal empezó a interesar a la prensa. Además, su buena conexión con su compañero de reparto, Javier Bardem, fue una realidad que hizo que todos los focos se pusieran sobre ella. También, su hermana Mónica ‘sufrió’ esa ‘persecución’ de los periodistas, que querían saber un poco más sobre la hermana de Penélope Cruz, aquella chica que había salido con Tom Cruise o que era muy amiga de Jhonny Depp.
Al igual que a su hermana, a Mónica también es madre. Pero, al contrario que Penélope, la actriz y bailarina decidió hacerlo sola. Así, en 2013 se convirtió en madre de una niña, a la que llamó Antonella. Por su parte, Penélope es madre de dos niños, Leonardo y Luna, que nacieron de su matrimonio con Javier Bardem.
También, las carreras profesionales de ambas no han discurrido de la misma forma. La trayectoria profesional de Penélope ha llegado hasta Estados Unidos, donde la consideran toda una musa y, además, donde se ha labrado un nombre, siendo la representación de España fuera de nuestras fronteras.
La carrera profesional de Mónica ha sido más discreta y, sobre todo, más centrada en la pequeña pantalla. Además, desde que fue madre, sus trabajos interpretativos se han reducido considerablemente, ya que su objetivo es pasar más tiempo con su niña.
Pero, a pesar de que cada tiene su vida, hacen lo que pueden para coincidir y verse. Porque entre ambas existe muy buena conexión, sus hijos se llevan estupendamente y, además, se apoyan la una a otra. Porque los éxitos de Penélope también son los de Mónica.