Crecer y seguir triunfando en televisión no es nada fácil. Todos hemos sido testigos de la madurez de grandes estrellas en programas o series de televisión. La mayoría de ellas se tuvieron que alejar de los focos; pasando de ser grandes protagonistas delante de las cámaras a que le condicionaran sus miedos y sus inseguridades fuera de ellas. Por eso, mantenerse en el candelabro no siempre ha sido sencillo y tener que lidiar con la fama, tampoco. Quien probablemente siempre ha sabido lidiar con las luces y sombras de la fama ha sido Soleil Moon Frye.
Nadie puede olvidar su brillante papel, cuando todavía era una niña, en la serie Punky Brewster, donde empezó a actuar cuando, tan solo, contaba con ocho años. Lo cierto es que fueron dos años muy intensos, donde la pequeña conoció el verdadero significado de la fama, aunque luego tuvo que luchar para seguir persiguiendo su sueño de la interpretación. Soleil nació en Glendora, California, en una familia donde el talento ya estaba muy presente.
Su madre, Sondra, trabajaba de manager y sus hermanos ya habían hecho sus pinitos en el mundo de la televisión. Su debut como actriz se produjo en la película Missing Children: A Mother’s Story a principios de los 80. Luego, llegaría el papel que marcaría su vida y su carrera. Punky Brewster llegó a España mucho más tarde que lo hizo en Estados Unidos. En esta sitcom se contaba la historia de una niña a la que su madre le había abandonado junto a su perro Brandon en la puerta de un centro comercial.
La pequeña hacía de todo para sobrevivir, entre lo que se encontraba colarse en casa de un vecino con muy mal humor, Henry, para más adelante ganarse su corazón. Henry llegó a adoptar a la niña, aunque todo se complicó cuando los servicios sociales se preguntaron con quién estaba viviendo la pequeña Punky. Lo cierto es que en la serie se mezclaban una infinidad de mensajes esperanzadores, amor y desilusión. Aún así, tenía poco de drama y mucho de felicidad, energía y chiquilladas.
Después de Punky, Soleil intentó mantener su esencia y, lo más importante; que la llamaran de las distintas agencias para que actuara en películas y series. Así, la joven explotó su imagen al máximo con sesiones de fotos y papeles esporádicos. También, encontró el amor de la mano de Edward Furlong y Mark Walhberg, lo que hizo que se colocara en las primeras páginas del papel couché. A lo mejor no era su deseo, pero sí la manera de mantenerse en el foco de la fama. En 1998 decidió tomar una de las decisiones más importantes de su vida y, al ver que nadie descolgaba el teléfono, se escribió un papel para ella misma.
Así, Soleil guionizó, dirigió y protagonizó Wild Horses, un film indie que interesó a muy poca gente. Dos años después fichó por una de las series con más fama mundial, Sabrina, cosas de brujas, protagonizada por Melissa Joan Hart. Durante 66 episodios encarnó a Roxie, la mejor amiga de la joven bruja. A partir de ese momento, cuando terminó la serie, las apariciones de Soleil en la pequeña pantalla fueron contadas. Así, la joven ha centrado más su carrera en el mundo del doblaje, sobre todo en diversas series de televisión.
Respecto a su vida privada, Soleil se casó en 1998 con el productor Jason Goldberg, con quien tiene tres hijos; Poet Sienna, Jagger Joseph y Lyric Sonny. Así, en los últimos años se ha intentado reinventar como escritora y bloguera y ha publicado su primer libro, Happy Chaos: From Punky to Parenting and My Perfectly Imperfect Adventures in Between. Lo cierto es que Soleil es muy consciente de que está ahí gracias al papel que le dio la fama cuando todavía era una niña. Por eso, no le importante volver a disfrazarse de Punky cuando sus seguidores se lo piden.
Ahora, Soleil está de enhorabuena. La plataforma NBCUniversal Peacock ha anunciado ya la fecha de estreno para la continuación de Punky Brewster. Así, saldrán al aire un total de diez episodios que estarán disponibles a partir del 25 de febrero. En este caso, Punky ya se ha convertido en madre soltera de tres niños y la serie arranca cuando conoce a Izzy, una chica en el sistema de acogida, que le recuerda a ella de joven.