Si echamos la vista atrás en la vida de Úrsula Corberó podemos observar todo lo que ha cambiado. La joven, a la que conocimos cuando tan solo tenía 18 años, ha crecido y madurado en la pequeña y la gran pantalla. Primero, la conocimos con una melena rubia, luego se puso flequillo; más tarde, cuando le llegó la fama, se decantó por un pelo corto y oscuro. Un estilo que le sigue gustando hasta la fecha. Lo cierto es que, ya sea por exigencias del guion o por voluntad propia, su estilo siempre ha sido muy camaleónico; pasando de interpretar a una ‘choni’ de barrio hasta una atracadora del Banco de España.
También, hemos podido ver durante todo este tiempo, que Úrsula se ha convertido en toda una estrella. Sí que es cierto que después de grabar la serie que la catapultó a la fama, sus papeles en la pequeña pantalla no habían sido demasiado importantes. Pero, ahora, la joven catalana está en lo más alto y tiene más de 16 millones de seguidores en Instagram. Una cifra que asusta y deja con la boca abierta a cualquiera. Pero, ¿se atreverá en breve con algún cambio de look? ¿Volverá a su melena rubia? ¿Y al flequillo? ¡Repasamos todos los estilos por los que ha pasado Úrsula!
Úrsula Corberó nació en Barcelona hace ya 30 años. La joven comenzó a aparecer, desde muy pequeña, en diversas campañas de publicidad y anuncios. En esos momentos, tal y como nos lo ha mostrado la propia Úrsula en más de una ocasión, tenía una larga melena rubia. A partir del año 2000, comenzó a aparecer en distintas series de la televisión catalana. Luego, tuvo algunos papeles secundarios hasta que en 2008 le llegó la fama. Úrsula fue una de las elegidas para formar parte del elenco de Física o Química, una serie que formaría parte de una generación entera de adolescentes. Fue ahí donde conocimos a Ruth, una chica de barrio con problemas personales. Para interpretar el papel, Úrsula se dejó el pelo por debajo de los hombros y lució unas mechas bastante rubias.
Eso sí, con el paso del tiempo este estilo fue evolucionando y se tiñó en distintas ocasiones hasta convertirse en morena. Por aquella época, su maquillaje también era algo desenfadado y sin demasiadas complicaciones. Al fin y al cabo, tenía solamente 19 años y seguía siendo una adolescente. Pasaban los años y Úrsula seguía con esa melena rubia tan característica, aunque sí es cierto que, en algunas ocasiones, pudimos ver cómo se decantaba por tonos más rojos o cobrizos. También, solían predominar las ondas en todos sus looks.
Fue a principios de 2010 cuando el flequillo impactó fuerte entre nuestras celebrities y muchas de ellas decidieron apuntarse a tan extendida moda. Lo mismo hizo Úrsula, que no dudó en lucirlo en varios tonos. Además, en la mayoría de ocasiones, dejó las ondas de lado y se decantó por un peinado mucho más recto. Al año siguiente, con 22, comenzó con ese periodo de maduración por el que pasamos todos y dejó de lado los cortes y peinados más juveniles.
Así, pudimos verla con un tono de pelo más cobrizo o moreno y con un flequillo más informal, abierto a los lados. Al año siguiente cambió de nuevo, aunque eso sí, quedaba claro que su estilo había madurado. Su pelo se había transformado y ya no lucía tan claro, sino que se había decantado por tonos más oscuros. También, dijo ‘adiós’ al flequillo que le había acompañado durante varios años.
Cuando cumplió 25 años decidió cortar por lo sano y se despidió de su larga melena. Este fue el preludio al cabello muy muy corto que llevaría al año siguiente. Por aquel entonces, Úrsula cortó a la altura de los hombros y se decantó por unas capas que le daban volumen y movimiento a su pelo. Luego, se lo cortó un poquito más y se dio una pequeñas baby lights que le sentaban de maravilla y le iluminaron el rostro. Al año siguiente su pelo era más corto y decidió volver a su tradicional flequillo. Eso sí, antes pasó por distintos tonos como el moreno y el rubio cobrizo.
En el año 2017, coincidiendo con su debut en La casa de papel decidió cortarse aún más el pelo y seguir con su característico flequillo, que convirtió en tendencia. Aunque esto le duró poco, ya que unos meses después se decantó por el corte pixie y por un rubio platino. Luego, se atrevió con el corte mullet, más largo por detrás de la nuca que por la zona frontal. Este corte de pelo lo llevó en varias versiones, tanto liso como desenfadado como rizado. Se trata de un corte bob pero con un toque francés, donde se le da cierta importancia a las patillas y que es ideal para rostros delicados y más aniñados.