Antonio de la Torre es uno de los actores más valorados de su generación y prueba de ello es que, una vez más, su trabajo ha sido reconocido en una entrega de premios. Él es uno de los candidatos a convertirse en el mejor actor en los Premios Forqué 2024, gracias a su interpretación en Los Destellos. En esta categoría se enfrenta a otros pesos pesados de la interpretación, como Eduard Fernández, Mario Casas o Pepe Llorente. 

Gracias a su trabajo se ha convertido en un actor respetado por el sector y muy querido por el público, consiguiendo gran reconocimiento y fama. A pesar de su popularidad, ha sabido mantener su vida personal al margen de la profesional, dejando esta parcela de su vida apartada de los focos, aunque no oculta, porque no es raro que mencione a su familia en el momento de los agradecimientos cuando recibe algún premio por su trabajo.

Pocas son las ocasiones en las que se hace mención a la vida familiar de Antonio de la Torre, una parcela de su vida que prefiere mantener al margen de los focos, pero que no puede evitar que le venga a la mente a la hora de mostrar su agradecimiento más profundo. Ellos son su calma y sus pilares. 

En 2007, al recoger su premio Goya como mejor actor por Azuloscurocasinegro ya le dedicó unas bonitas palabras a quien en aquel momento era su novia. A ella le dedicó su premio con unas bellas palabras: “Mi amor, Rosario, por traer paz a mi vida". Un año después se casaban. Rosario Charneco se ha mantenido siempre en un segundo plano, dejando que quien diera la cara frente a las cámaras fuera Antonio, algo que parece venir de serie con la profesión que actor ha escogido. A pesar de haber estudiado Periodismo, parece que esta no era su vocación y el mundo de la interpretación se convirtió en su hogar. 

"Es funcionaria y es verdad que no le interesa darse publicidad, pero me suele acompañar como estos días en el festival de Cine de San Sebastián", contó en 2018 en una entrevista para Mujer Hoy. El tiempo pasa para todos y en el caso de la pareja, con él llegaron sus hijos, a los que no dudó en incluir en otro de sus discursos, al recoger de nuevo un Goya, esta vez por El Reino. La lista de agradecimientos era mayor en 2019: "Rosario, Martina y Daniel, por tensar bien de la cuerda cuando me echo a volar". 

Ellos le mantienen con los pies en la tierra y por ellos ha renunciado a algunos trabajos, porque el actor es consciente de lo importante que es para los niños que sus padres pasen tiempo a su lado y no parece que él quiera renunciar tampoco a disfrutar de cómo crecen. "La mejor educación que se le puede dar a un hijo es la felicidad. Se educa viviendo", aseguraba en ABC.

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