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La gala del MET es cada año el acontecimiento de moda más esperado y comentado del mundo de la moda. Millones de ojos analizan cada detalle de los looks de la alfombra roja poniendo especial énfasis en la ropa, los peinados y el maquillaje.
Aunque cada año se exige un dress code específico los estilismos se suelen interpretar con cierta libertad por los invitados, que buscan impresionar en un evento al que todos llegan con intención de deslumbrar.
En estos estilismos, fotografiados al milímetro y con abundancia de primeros planos, el maquillaje es uno de los elementos de mayor peso. Las estrellas lo saben y a lo largo de los últimos años han dejado numerosos looks de belleza muy inspiradores.
Unos crearon tendencia, otros han servido de ejemplo por su exquisita ejecución y varios han demostrado que la excentricidad puede ser elegante. En cualquier caso, todos merecen estar aquí.
El maquillaje de Steven Aturo para Willow Smith en la gala del MET de 2016 se podría definir como cat-eye futurista. Una piel iluminada, delineador negro en la línea de agua inferior y superior y elevando dos pequeñas alas hacia el párpado móvil. El maquillaje estaba rematado con dos puntos plateados en el párpado inferior que aportaban el toque de originalidad.
También en la gala de 2016 hay que destacar el maquillaje realizado por Quinn Murphy, que quiso dar a los ojos de Lily Aldridge todo el protagonismo. En su caso apostó por combinar el maquillaje con el oro de su vestido, dando mucha luz a la piel de la modelo y pintándole las cejas y los párpados de dorado.
Otro de los nombres que brilló en la gala del MET de 2016 fue el de Lupita Nyong’o. Su vestido verde brillante y su peinado superlativo a lo Marge Simpson no admitían demasiados excesos en el maquillaje, así que Nick Barose decidió mantenerlo en un segundo plano. Fue suficiente con una piel bien trabajada, un ligero toque metálico en los párpados y color bronce metalizado en los labios.
No es ningún secreto que a Cara Delevingne le gusta correr riesgos y eso es exactamente lo que hizo en la gala del MET de 2017. El look futurista ejecutado por Romy Soleimani, fue resultado de un trabajo artístico sobre la cabeza de la modelo -a modo de casco plateado- y un maquillaje mínimo en el que destacaban algunas lentejuelas que caían desde la cabeza hasta las mejillas.
Nadie diría que se trata de la misma gala, pero en la gala de 2017, Rihanna eligió un maquillaje rosa que llegó a crear tendencia. La artista Lora Arellano decidió ruborizar a la cantante hasta zonas de la cara donde el rubor no llega, unificando el tono de mejillas, sienes y párpados en un fucsia vibrante sólo atenuado por un ligero toque plateado en el lagrimal.
El maquillaje elegido por Zoe Kravitz para la gala de ese mismo año tampoco tiene mucho que ver con los anteriores. Su apuesta, ejecutada por Nina Prk, estaba inspirado en Audrey Hepburn. Muy clásico y femenino, en tonos rosa y melocotón, centraba toda la atención en los ojos, en las cejas y en el color platino de su pelo.
Bella Hadid se ponía en manos de la maquilladora Mary Phillips para la gala del MET de 2018, quien decidió que lo mejor era acentuar los rasgos de la modelo y ejecutar un maquillaje simple. Sus únicas concesiones, delineador y sombra en tono dorado y unas pestañas espesas.
Cuando las cosas parecen fáciles es porque detrás hay grandes profesionales y ese es el caso del maquillaje de Kate Bosworth, que en la gala de 2018 contó con la experiencia de Beau Nelson. Su apuesta fue crear una apariencia etérea a base tonalidades suaves: rosa, beige, gris y nude.
El maquillaje gótico de Lily Collins fue uno de los más comentado de la gala de 2018. Obra de su maquilladora de toda la vida, Fiona Stiles, la actriz apareció con una piel pálida en la que destacaban los labios en tono violeta y los ojos ahumados. El dramatismo venía de la mano de las lágrimas de strass y “sangre” que caían por sus mejillas.
La última gala del MET, celebrada en 2019, dejó muchos looks de belleza fascinantes entre los que destacó el de Lady Gaga (como todo su outfit de la noche). La artífice fue su maquilladora, Sarah Tanno, que la acompañó a la alfombra roja para darle brillo en los labios. Lo más destacado del maquillaje fueron los ojos, que cargaron con un doble delineado negro, purpurina y lágrimas de cristal en el párpado inferior, pequeñas gemas en el superior y unas láminas de papel de oro en forma de lanzas a modo de pestañas.
Otro de los maquillajes fascinantes de la pasada gala fue el de Gigi Hadid, obra de Erin Parsons, que también apostó por centrar toda la atención en los ojos de la modelo. Su apuesta fue crear un maquillaje nude perfecto y decorar las pestañas con trozos de pluma blanca.
En esa misma edición, Mario Dedivanovic buscaba para Kim Kardashian un look mojado, que consiguió mediante una base luminosa con destellos brillantes a la que sumó unas pestañas de dimensiones superlativas.