La gala de los premios Oscar es el evento del año que congrega mayor número de estrellas de cine sobre la alfombra roja. Sus looks se analizan y comentan de manera exhaustiva por la prensa especializada, que cada año elige qué looks han destacado en la ceremonia.
En la historia de los Oscar hay looks que no se olvidan y este criterio se aplica tanto a las mejor como a las peor vestidas. Entre estas últimas la selección tiene en cuenta varios factores: el diseño del vestido, así como la manera de lucirlo o la falta de coherencia con el estilo de quien lo lleva.
Haciendo un repaso por los últimos años, entre los peores looks de estos premios hay que empezar por recordar a la cantante Björk en 2001 y continuar con algunos memorables looks de Heidi Klum o Andra Day.
Puede que fuera el peor look de los Oscar de 2001, pero el vestido cisne de Björk diseñado por Marjan Pejoski ha conseguido convertirse en un icono inolvidable, aunque sea del antiestilo.
Este vestido degradado con escamas de Faith Hill firmado por Versace solo habría tenido sentido como look reivindicativo de los derechos del colectivo LGTBI y no se hubiera salvado ni aun siendo ese el objetivo.
El modelo elegido por Queen Latifah en 2003, un diseño de Bradley Bayou, falló por reunir demasiados elementos en pocos metros de tela: cuerpo tipo corpiño, encaje en las mangas y el escote e incluso un abullonado a la altura de la cadera.
En los Oscar de 2004, el Christian Lacroix de Uma Thurman fue una de las peores elecciones de la alfombra roja. Al vestido de tul blanco le sobraba mucha información: falda voluminosa, bajo asimétrico, mangas de volantes, encajes dorados y fajín de color azul.
En 2005, Melanie Griffith quiso epatar con un escote de vértigo y no acertó con su vestido de Versace, un modelo de gasa plagado de pedrería y lentejuelas que ni era elegante ni le sentaba bien.
Aunque reunía muchos de los elementos para convertirse en una de las mejor vestidas de la noche, el fallo de Keira Knightley fue elegir un modelo de Vera Wang que no encajaba en absoluto con su estilo.
Cameron Díaz patinó en los Oscar de 2007 con un vestido blanco de Valentino con poca gracia a pesar del extraño escote, el volante y la asimetría del bajo. Además, hay que añadir que estaba excesivamente arrugado.
La alfombra roja de 2008 dejó muy claro que ni Christian Dior es infalible. Diablo Cody ha pasado a la historia como una de las peor vestida de los Oscar por el patrón, por el estampado y se mire por donde se mire.
Aunque suele estar en las listas de las mejor vestidas, Beyoncé no acertó en los Oscar de 2009 con su modelo negro y dorado, un diseño de dudoso gusto de House of Déreon, la firma que dirigía su madre.
Charlize Theron, que también suele ocupar los puestos más altos en las listas de mejor vestidas, pinchó en 2010 con un vestido de Dior en color lavanda, de corte ajustado y detalles florales en el pecho.
Nicole Kidman no acertó con su elección de Dior en los Oscar de 2011. Erró en el color y también en el patrón armado, a pesar de ser un modelo de Alta Costura de la colección de primavera-verano 2009.
En 2012 Meryl Streep apostó por un vestido de Lanvin en lamé dorado con patrón cruzado, que no favorecía a su figura por el exceso de pliegues en la falda y el escote, por el cinturón de cadena y por la manga francesa.
En 2013 Kristen Stewart no había encontrado su lugar en la moda y se dejó llevar por el espíritu de Hollywood eligiendo un modelo de Reem Acra alejadísimo de su estilo, un error al que sumó un descuidado look capilar.
Aunque intentemos hacer patria, a Elsa Pataky le falló todo en los Oscar de 2014. En la recta final de su embarazo, eligió un modelo de Elie Saab que la hizo entrar directa en las listas de las peores vestidas de la noche.
Un vestido rojo y negro ya es complicado, pero si se le suman destellos de lentejuelas, volantes verticales y un escote asimétrico, se puede llegar a complicar tanto como el modelo de Dennis Diem que lució Blanca Blanco en la gala de 2015.
Parece que el lavanda no es un color que funcione demasiado bien en las alfombras roja porque repite pódium entre los peores vestidos de los Oscar con este modelo de Marchesa que eligió Heidi Klum en 2016.
La complicada apuesta de Leslie Mann en la ceremonia de 2017 la colocó entre las peores elecciones del año. Su modelo princesa firmado por Zac Posen pecaba de exceso de información y de pliegues en la falda.
De nuevo Zac Posen se excedía en todos los elementos del vestido elegido por Andra Day en 2018. Una suma de volúmenes y estampados pomposa y esperpéntica que, además, no favorecía a su figura.
Uno de los looks menos acertados en la gala de 2019 fue el elegido por Linda Cardellini, que apostó por un vestido creado a base de volantes de tul fucsia con el bajo asimétrico firmado por Schiaparelli.
En los Oscar de 2020 Lea Seydoux estuvo entre las peor vestidas de la noche con un desacertado vestido blanco de Louis Vuitton cuyo extraño patrón era, además, poco favorecedor para cualquier figura.
De nuevo Andra Day se cuela en las listas de las peor vestida, esta vez por su dorado estatuilla en los en los Oscar de 2021. Al contrario que en la edición de 2018, en esta ocasión enseñaba demasiada piel con un modelo dorado de Vera Wang de cortes cut-out y bajo asimétrico.