La pasarela de moda más excéntrica del año es la que tiene lugar en la inauguración de la exposición del Costum Institute del Museo, conocida como la gala del MET y en su alfombra roja se dan cita las actrices, modelos y cantantes del momento, así como personalidades del deporte y la cultura.
La del MET es la gala más excesiva, la más excéntrica y una de las que genera más expectativas en el año. Las celebridades, en muchas ocasiones acompañadas de sus diseñadores de cabecera, dan rienda suelta a su imaginación y aunque el dress code lo determina el tema de la exposición y generalmente quienes asisten a la gala suelen respetarlo, hay ocasiones en las que no parece haber mucha cohesión entre el look de algunos asistentes y el que se exige en la invitación.
El próximo 5 de mayo se inaugura la segunda parte de una exposición dedicada por entero a la moda estadounidense con el título “In America: An Anthology of Fashion” (En Estados Unidos: una antología de moda). Se trata de la continuación de la inaugurada el pasado mes de septiembre que tenía como título “In America: A Lexicon of Fashion” y en esta ocasión se centra en la evolución de la moda estadounidense poniendo especial énfasis en historias desconocidas mediante colaboraciones con directores de cine americanos.
El dress code exigido en esta ocasión será ‘El glamur de la Edad de Oro’ y ya solo queda esperar a ver cómo interpretan los asistentes la etiqueta exigida. Mientras llega el momento, veamos cuáles han sido los peores looks de la historia reciente de la gala del MET.
La edición de 2013 tenía como temática el Punk (‘Punk: Chaos to Couture’) y aunque es cierto que Madonna hizo todo lo que estuvo en su mano por mezclar en un solo look todos los elementos punkis que le vinieron a la cabeza, lo cierto es que estaba poco o nada favorecida con este ‘disfraz’ creado por Givenchy Alta Costura.
La elección de Linda Evangelista es el ejemplo perfecto de cómo obviar el dress code que se exige en un evento. El concepto punk brilla por su ausencia y ni siquiera deleitó a curiosos y asistentes con su figura de supermodelo que cubrió con un vestido de voluminosas capas de gasa gris perla creado por Marchesa.
La temática de 2014 era un homenaje en toda regla a Charles James (‘Charles James: Beyond Fashion’) y al glamur de los años 40 y 50, pero Elisabeth Olsen decidió ir por libre con un Miu Miu de estilo patinaje sobre hielo que ni siquiera le favorecía.
Tampoco Lena Dunham estuvo acertada en la noche dedicada a Charles James apostando por un complicado Giambattista Valli que erró en el largo del vestido y no ayudó a sacar partido a su figura.
La gala del MET de 2015 tuvo a China como protagonista (‘China: Through the Looking Glass’) y entre las confusiones de la noche, el modelo de Stuart Vevers para Coach que lució Chloe Grace Moretz, compuesto por un vestido corto y una chaqueta de cuero decorada con multitud de pines.
Jillian Banks podía ir a la gala del MET o a la Feria de Abril con su modelo de H & M. Su acierto en el color, rojo China, no pudo esconder el fallo en el patrón de silueta ajustada, escote Bardot y volantes en el bajo.
La moda en la era tecnológica (‘Manus x Machina: Fashion in an Age of Technology’) fue la temática del MET de 2016. En esta gala tuvieron cabida desde prendas creadas con materiales reciclados a ropa de estilo futurista y este ¿disfraz de corsario? de Sarah Jessica Parker creado por Monse.
Tener un físico impresionante no salvó a Irina Shayk de equivocarse con la elección de este vestido semitransparente creado con la técnica del patchwork, un diseño de Riccardo Tisci para Givenchy.
En la era preglamur de Lady Gaga no era extraño ver a la cantante lucir piezas como este Versace, pero ni la fuerza de la costumbre puede convencer a nadie de que este look es el adecuado para una gala de este nivel.
Es cierto que el look de La Perla de Kendall Jenner en la gala del MET de 2017, centrada en la figura de Rei Kawakubo (‘Rei Kawakubo/Comme des Garçons: Art of the In-Between’), fue uno de los más comentados, pero por el exceso de desnudez y falta de coherencia con el tema de la noche.
Si una pecó de ir demasiado desnuda, Solange Knowles lo hizo por ir demasiado vestida con un plumífero de Tom Browne con cola incorporada. Aunque el look tenía conexión con la temática de la noche, era poco adecuado para una gala.
La temática de la gala de 2018 se centraba en los cuerpos celestes (‘Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination’). Entre vírgenes, demonios y papisas, la modelo Doutzen Kroes eligió este modelo tie & dye de tintes festivaleros firmado por Sies Marjan.
Tampoco Selena Gómez se atuvo al dress code de la noche apostando por una especie de vestido de novia firmado por Coach, pero el autobronceador fue lo que terminó de arruinar su look en la noche de los cuerpos celestes.
La gala del MET de 2019 fue un homenaje a Susan Sontag (‘Camp: Notes on Fashion’), una gala en la que la extravagancia, el artificio, el exceso e incluso el transformismo fueron protagonistas en la alfombra roja. Lo de Gwen Stefani vestida por Moschino by Jeremy Scott no encajó en ninguno de los conceptos.
Demasiado formal para ella y para una gala que daba mucho juego, este Saint Laurent de Anthony Vaccarello que eligió Miley Cyrus tenía más sentido en una discoteca que en la super gala de moda del año.
En 2021 se celebraba en la gala del MET la primera parte de un largo homenaje a la moda americana (‘In America: A Lexicon of Fashion’) y de todos los looks de la noche uno de los más ostentosos e incomprensibles fue el modelo de Gucci de encaje y plumas elegido por Serena Williams.
También excesiva y desacertada, Lourdes León, la hija de Madonna, apostó por un modelo de Jeremy Scott para Moschino que guardaba muy oculta su relación con la moda americana que protagonizaba el tema de la noche.