Los números forman parte de todos los aspectos de nuestra vida, aunque no siempre somos conscientes de ello. Algo que no solemos tener en cuenta es cómo influyen en nuestra forma de ver el mundo, de adaptarnos a él y navegar a través de los obstáculos que nos pone la vida, también disfrutando de lo bueno que nos encontramos, por lo menos así lo defiende la numerología. 

Hay números que son más significativos que otros, y pocos tan importantes como la fecha de nuestro nacimiento, gracias a la que podemos obtener esa cifra que orienta tu camino, que muestra tu personalidad, tu misión y lo que viniste a hacer a este mundo. Te ayuda a conocerte mejor y facilita que encuentres tu lugar. 

Uno de  los números más importantes en la vida de una persona es su fecha de nacimiento, por eso no es raro que sea esta misma la que se usa de base para encontrar ese número que nos marcará durante la vida, que guiará nuestro camino. Es un número de una sola cifra, aunque el cero no entra en la ecuación, por lo que se establece entre el uno y el nueve. Para saber qué número nos definirá solo hay que conocer ese dato y un poco de matemáticas. 

Sabiendo la fecha de nuestro nacimiento solo tendremos que sumar todos los números que la forman de uno en uno, es decir, quienes nacieron el 1 de enero del año 2000, solo tendrán que sumar 1+1+2+0+0+0. Su número será el cuatro. Esta misma operación se hace sea cual sea la fecha de nacimiento y, si el resultado nos da un número de dos cifras, habrá que volver a hacer lo mismo, es decir, si el resultado es once, habrá que sumar 1+1, el número que nos corresponde será el 2. 

Una vez que sabemos el número que nos corresponde, solo quedará saber qué significa para nosotros y como esto nos afecta. Si tu número es el uno, se asocia con la creatividad y el liderazgo, toman la iniciativa, quienes obtienen como resultado el dos, suelen ser buenos compañeros de vida, empáticos y equilibrados. 

Si el número que corresponde es el tres, es habitual que sean sociables, optimistas y que disfruten de la vida. El cuatro es para las personas que cuidan los detalles, son leales y les gusta el orden en su vida, algo muy diferente a quienes obtienen el cinco, que son aventureros, curiosos y buscan libertad. 

Si el resultado es un seis, se asocia con personas fieles, honestas y responsables, pero también obstinadas, que le dan gran importancia a lo espiritual. El siete es el número que le corresponde a quienes son perfeccionistas y buscan el conocimiento, representa la sabiduría. Quienes obtienen el ocho son ambiciosos, exigentes e impacientes, les gusta el poder y el reconocimiento. Finalmente, los que obtienen el nueve son sentimentales, posesivos y persistentes, no dejan nada a medias.

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