Esperanza Gracia es la persona a la que acudir cuando algo te inquieta, te atormenta o te perturba, porque sus predicciones astrológicas pueden resultar de gran utilidad para poder encontrar el camino y tomar la decisión correcta.
Hace más de 34 años que se dedica a la televisión, donde comparte sus previsiones astrológicas, con las que advierte de las situaciones complicadas a las que pueden enfrentarse sus seguidores. No siempre ha sido así, antes trabajaba como azafata de vuelos, gracias a lo que pudo viajar a Argentina, donde descubrió el mundo de la astrología, tal y como reveló en Poco se habla, el podcast de Xuso Jones y Ana Brito.
Allí también reveló que, antes de dedicarse a su verdadera pasión, tuvo que ganarse la vida y, por eso, se preparó unas oposiciones, convirtiéndose en funcionaria y trabajando en el Ministerio de Defensa, una profesión muy alejada de lo que ella verdaderamente quería en la vida, pero que le ayudaba a tener una estabilidad económica para su familia, "No podía dedicarme a la farándula". Ella optó por priorizarlos a ellos.
Porque a pesar de que Esperanza es una figura habitual en nuestras pantallas, lo cierto es que su vida personal no es demasiado conocida, tal vez por la sencillez de la misma: está casada desde hace más de 30 años y ahora es abuela de dos nietos, a los que no puede ver tanto como le gustaría, porque la distancia juega en su contra.
Esto es así porque, desde hace mucho tiempo, su hijo Karlos vive en Japón, país en el que parece haber encontrado su lugar a pesar de las dificultades de la distancia. Durante mucho tiempo convirtió su estancia allí también en su profesión, usando las redes y su canal de YouTube para compartir con sus seguidores todo lo que iba descubriendo y viviendo. Ahora es también guía privado.
A pesar de todo lo que pueda echar de menos, no parece que tenga planes de regresar pronto, porque ahí ha formado una bonita familia. Se ha casado con una mujer japonesa y con ella tiene dos hijos, Akira, que este año celebra su octavo cumpleaños, e Itsuki, que en 2024 celebra los cinco años (en España sería uno menos, pero en Japón, cuando naces, se considera que ya tienes un año).
No es raro que su padre presuma de ellos a través de sus redes sociales, como tampoco lo es que su abuela comente en esas fotografías lo mucho que le apetece abrazarles, algo que no ha podido hacer desde hace mucho tiempo. “Muero por verte y abrazarte”, escribía en un comentario de Instagram bajo una fotografía de Akira. “Cualquier día hago un viaje astral y me planto a la salida del cole”, escribía la astróloga junto a una fotografía de ambos que ella misma compartía. Una situación que no parece sencilla para nadie, pero que todos parecen llevar con la mejor de las filosofías y, sobre todo, con paciencia.
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