Las piedras preciosas se han convertido en mucho más que un elemento decorativo. Están de moda por sus propiedades energéticas y espirituales y, cada vez hay más información sobre ellas en relación a ello. Podemos saber desde cuál es la piedra relacionada con cada signo del zodiaco a cómo podemos cargarlas para obtener de ellas su máximo beneficio.

Hay muchas, de diferentes tipos y con múltiples usos y beneficios, pero en este artículo nos vamos a centrar en una de las más usadas y conocidas, tanto en joyería o decoración, como en materia mística: la amatista.

La amatista es una piedra preciosa que destaca por su color morado, de diferente intensidad en función de la cantidad de hierro que contenga. Además, es uno de los cristales espirituales por excelencia, ligada a la armonía, la tranquilidad y la paz.

Esta gema está relacionada, desde la antigüedad, con la sabiduría, la protección y la armonía y posee numerosos beneficios, propiedades y usos para aplicar en la vida diaria, desde su acción calmante a su acompañamiento en meditación.

Antes de entrar en detalle sobre todo lo que la amatista puede aportarnos, vamos a indagar sobre el origen de su nombre. Según la mitología griega, esta piedra preciosa debe su nombre a una joven doncella, Amethystos. 

Cuentan que la protagonista de esta leyenda fue convertida en roca blanca por la diosa Artemisa para convertirla en la máxima expresión de la pureza y protegerla del dios Dionisio, que estaba enamorado de ella.

Al ver a su amada Amethystos convertida en roca blanca, el dios Dionisio rompió a llorar y derramó sobre ella su copa de vino, haciendo que la piedra se tiñese de su color morado tan característico.

La piedra espiritual por excelencia cuenta con numerosas propiedades que de las que nos podemos beneficiar:

Dada la gran cantidad de propiedades y beneficios de la amatista, esta tiene también múltiples usos. A nivel físico, esta piedra preciosa es usada para ayudar a calmar las emociones, ya sea acompañando una meditación o colocándola entre el entrecejo o cerca del corazón, ayudándonos a controlar los niveles de estrés y ansiedad. 

Ante dolores de cabeza, menstruales o algún otro dolor, los expertos recomiendan dar un pequeño masaje con ella sobre la zona afectada o simplemente colocarla donde se da el dolor durante unos minutos.

También se puede dejar al lado mientras dormimos para favorecer el descanso y la relajación; así como llevarla encima, ya sea como una joya o, simplemente, en el bolsillo bloqueando las malas energías. 

Además, la amatista tiene la capacidad de aumentar la autoestima, la confianza y la energía de quien la porta. Y en el ámbito más místico, muchos expertos apuntan a que tiene la capacidad de potenciar las capacidades psíquicas y la intuición.

La amatista no es de las piedras que más energía negativa absorben y no necesita de una limpieza extremadamente frecuente, pero para potenciar sus propiedades y beneficios es recomendable limpiarla regularmente, por ejemplo, una vez al mes.

El cuidado de la amatista es muy sencillo: para limpiarla solo tenemos que cubrirla con sal y, para cargarla, dejarla toda la noche bajo la luz de la luna. Esto lo podemos hacer cualquier noche, pero se recomienda especialmente en luna llena.

Al día siguiente, simplemente habría que quitarle la sal con cuidado y lavarla con agua fría. Lo que sí hay que saber es que la amatista no es muy compatible con el sol, ya que, como le ocurre a otras piedras preciosas, su exposición directa puede afectar a su superficie y dañarla.

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