La numerología del hogar se basa en la creencia de que los números tienen un impacto energético en el ambiente de la casa, y por lo tanto, en las personas que viven en ella. Cada número tiene una vibración específica que influye en diferentes aspectos de la vida, desde la personalidad o prosperidad hasta las relaciones familiares. Para entender la numerología de una casa, es necesario reducir el número de la dirección de la vivienda a un solo dígito, entre 1 y 9, a través de una suma.
Esta práctica ofrece una forma interesante de reflexionar sobre la energía de tu espacio vital. Al calcular y comprender el número asociado con tu casa, puedes obtener una visión sobre el ambiente que puede estar creando y cómo puede afectar tu vida diaria y tus relaciones. Es una herramienta que puede ser utilizada para fomentar un entorno más armonioso y alineado con tus objetivos y aspiraciones.
Existen dos formas de calcular el número de tu hogar:
Suma los dígitos de la dirección de tu casa. Por ejemplo, si vives en la casa número 123, sumarías 1 + 2 + 3 = 6. Si el resultado es un número de dos dígitos, suma esos dos dígitos hasta que obtengas un solo dígito. Por ejemplo, si el resultado fuera 12, sumas 1 + 2 = 3.
Otra forma, mucho más detallada, sería aquella en la que se suman todas las letras y números que comprenden la dirección que nos interese, reduciendo a un solo dígito la suma. Para ello hay que usar una tabla alfanumérica que fije las equivalencias de cada letra con un dígito. Así, asignamos del 1 al 9 la fila desde la “A” (1) a la “I” (9), haremos lo mismo en la segunda fila de la “J”(1) a la “R”(9), y por último, la tercera fila de la “S”(1) a la “Z”(8). La “Ñ” equivale al 5 igual que la N. Así, habría que sumar, por un lado, las letras, y por otro, los números, para unirlos en una suma final, reduciéndola hasta obtener un solo número. Si tu calle fuera ‘Luna 17 4C’, el número resultante sería: 3 (L) + 3 (U) + 5 (N) + 1 (A) = 12 y 1 + 7 + 4 + 3 (C) = 15; sumaríamos entonces 12 + 15 = 27 y reduciremos a una cifra: 2 + 7 = 9.
Qué significa cada número en la numerología del hogar
Número 1: Es un número asociado con la independencia, liderazgo y nuevos comienzos. Una casa con el número 1 fomenta la creatividad, la iniciativa y el progreso. Es ideal para personas que buscan nuevas oportunidades o iniciar proyectos.
Número 2: Representa la armonía, el equilibrio, la cooperación y la pareja. Las casas con este número son buenas para fortalecer las relaciones personales, mejorar la convivencia y atraer paz y tranquilidad. Es favorable para quienes buscan apoyo emocional y estabilidad familiar.
Número 3: Relacionado con la comunicación, la creatividad y la alegría. Las casas con este número promueven la expresión creativa, las reuniones sociales y una atmósfera optimista. Es una buena vibración para hogares con niños o para aquellos que disfrutan de la vida social y las actividades grupales.
Número 4: Este número simboliza la estabilidad, el trabajo duro y la organización. Las casas con el número 4 son propicias para crear una base sólida, ya sea en lo financiero, personal o profesional. Fomentan la disciplina y el enfoque en metas a largo plazo. Son buenas para las personas que valoran la seguridad y la estructura.
Número 5: Representa la libertad, la aventura y el cambio. Las casas con el número 5 favorecen la experimentación y los viajes. Son ideales para personas dinámicas que disfrutan de la variedad y buscan crecimiento personal. También pueden generar un entorno de mucho movimiento, por lo que es necesario equilibrar esa energía con momentos de calma.
Número 6: Este número está vinculado a la familia, el hogar y la responsabilidad. Las casas con el número 6 ofrecen un ambiente cálido, protector y amoroso, ideal para criar hijos o fortalecer las relaciones familiares. Favorecen la armonía y la comprensión mutua.
Número 7: Un número espiritual que está asociado con la reflexión, el análisis y la introspección. Las casas con el número 7 favorecen la meditación, el estudio y el crecimiento personal. Son ideales para quienes buscan paz interior y conexión espiritual, pero también pueden generar aislamiento o necesidad de soledad.
Número 8: Representa el poder, la ambición y el éxito material. Las casas con el número 8 son propicias para la prosperidad financiera y el desarrollo profesional. Fomentan el trabajo arduo y la disciplina para lograr metas materiales. Sin embargo, pueden generar una atmósfera de competencia o estrés si no se equilibran correctamente.
Número 9: Un número relacionado con la generosidad, la compasión y la culminación. Las casas con este número tienen una energía de cierre y transformación. Son buenas para quienes desean hacer un cambio importante en su vida o involucrarse en causas altruistas. También pueden ser útiles para quienes buscan sanar de situaciones difíciles.
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