La histamina es una sustancia que está presente en varios tejidos de nuestro organismo y es fundamental en la respuesta alérgica. Es por eso que está detrás de muchos procesos relacionados con la urticaria, el goteo nasal, el exceso de mucosidad y la inflamación alérgica.
Son muchos los alimentos que, si están sometidos a fermentación o que han estado expuestos a contaminación microbiológica, pueden contener histamina. Esto suele afectar a la carne, el pescado, las verduras, frutas o bebidas. Así, son muchas las personas que deberán disminuir el consumo de histamina, sobre todo si presentan dolor de cabeza o problemas gastrointestinales.
Aquellos productos que pueden contener histamina son los derivados de la leche, como puede ser el yogur o la leche cruda, así como frutas y verduras de la talla de las berenjenas, las setas, las acelgas, calabaza, aguacate, espinacas, tomate, fresas, uvas, naranjas, melocotón, piña y pasas. También, podrán contener histamina algunas carnes como el jamón serrano, fresca, las salchichas o los embutidos como el fuet, el salchichón, salami, bacon y sobrasada.
También, habrá que tener cuidado con el pescado, como puede ser el que está en conserva, el pescado fresco, el azul, el bacalao, la merluza, el pescado congelado y la merluza. También, la histamina estará en las legumbres, entre las que se encuentran las lentejas, los garbanzos y las judías. De la misma forma, habrá que reducir el consumo del vino, la cerveza y el Champagne, así como el vinagre balsámico, chocolate, la bollería industrial y las especias.
En todos estos alimentos nos podremos encontrar con la presencia de la histamina, sobre todo en el momento de su elaboración si se hace con especias, edulcorantes y aditivos. También, en aquellas comidas predominadas o elaboradas en casa y que se dejan de un día para otro. Será en ese momento cuando comience el proceso microbiológico.
Por tanto, si tu deseo es controlar la ingesta de histamina, lo mejor será eliminar o reducir de tu dieta aquellos alimentos donde esté presente. Además, también será muy importante que se mantenga la cadena de frío durante la compra, el transporte y la conservación de los alimentos. Además, habrá que eliminar los aditivos y conservantes. Y, también, estar bien hidratado.