Vitamina D en el cuerpo: ocho alimentos que te ayudarán a aumentarla
La vitamina D es esencial para el correcto funcionamiento del organismo
La forma más eficaz de tener unos buenos niveles de esta vitamina es a través del sol
Pero también puedes conseguirla con una serie de alimentos que deberías incluir en tu dieta
A pesar de vivir en un país con un clima favorable, España presenta unos índices de vitamina D similar al de otros países en los que el sol se hace más de rogar con su presencia. Y es que el 80% de la vitamina D que necesita nuestro organismo la obtenemos a través de los rayos del sol, por lo que el mejor consejo para tener unos niveles óptimos de esta vitamina es exponernos a ellos 15 minutos al día. Por desgracia, los ritmos de vida, los horarios laborales, etc., no favorecen nada. Por eso es importante conocer los alimentos que te ayudan a aumentar la vitamina D en el cuerpo, y hacerles un hueco en nuestra dieta.
Aceite de hígado de bacalao
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Te sonará a antiguo lo de tomar aceite de bacalao, pero lo cierto es que se trata del alimento con más vitamina D. Solo necesitas una cucharada para cubrir las necesidades diarias de esta codiciada vitamina y, de paso, obtener una buena dosis de vitamina A y ácidos grasos Omega 3.
Pescado azul
El salmón es muy rico en vitamina D, pero también otros pescados azules como las sardinas, el atún y la caballa. No deberían faltar en tu dieta porque aportan grasas saludables, además de ser una excelente fuente de proteínas.
Lácteos y derivados
La vitamina D se encuentra en la grasa de la leche, la mantequilla, los yogures o el queso, por lo que no está de más que los incluyas en pequeñas cantidades dentro de tu dieta. Si tomas las versiones desnatadas, no van a ser ricas en vitamina D, a menos que estén enriquecidos con esta vitamina.
El marisco
Si estabas buscando una excusa para incluir el marisco en tu menú semanal, ya la tienes. El marisco en general contiene grandes cantidades de vitamina D, así que deja entrar en tu cocina las gambas, las almejas, los langostinos y, si estás para caprichos, a las ostras.
Huevos
A menos que tu médico te diga lo contrario, ya sabemos que podemos comer un huevo al día sin que nuestra salud se resienta lo más mínimo. Y si además tenemos en cuenta que son ricos en vitamina D, pues con más ganas aún. Eso sí, se encuentra en la yema, no en la clara.
Hígado
El hígado de origen animal, como el de cerdo, el de conejo o el de ternera es otro de los alimentos que te interesa tener en mente para obtener vitamina D. Tómalo en pequeñas cantidades, al horno o a la plancha.
Setas
El comportamiento de las setas ante la vitamina D es tan curioso como digno de aprovechar. Si se exponen al sol entre 30 y 60 minutos, son capaces de transformar los rayos ultravioletas en vitamina D y conservarla aunque las cocines. Si no las expones al sol sus niveles de vitamina D serán bajos, pero si lo haces, tendrán tanta como un suplemento alimenticio.
Nueces
Los frutos secos son muy saludables cuando se toman crudos, y entre todas las opciones posibles, las nueces son una de las opciones más valoradas por sus numerosas propiedades, como cuidar la salud cardiovascular o mejorar la de la piel y el cabello. Pues, además, son muy ricas en vitamina D, así que ya tienes otra razón para tomarlas.