Esther Cañadas, más natural que nunca: el plan con su hija Galia en Ibiza que han captado los paparazzis
Esther Cañadas ha estrenado el verano en Ibiza
La top model ha sido pillada disfrutando de un día de playa con su hija Galia
La pequeña de nueve años guarda una estrecha relación con su madre
Lo de marcar tendencias es cosa de vips. En cuestiones de moda sobre todo. Pero también en destinos vacacionales. Hubo tiempos en los que la jet set hacía sus cumbres veraniegas en Marbella. Luego se enamoraron de la paz de las playas de Cádiz. Pero ninguno a logrado desbancar a Ibiza como el espacio con más famoso por metro cuadrado del planeta en los meses de julio y agosto.
Desde que por fin llegó el buen tiempo los paparazzis que trabajan la isla en temporada se pusieron manos a la obra para captar a las celebridades disfrutando del sol y el mar. Algunos tratan de ocultarse de los objetivos de los fotógrafos en imponentes yates que surcan alta mar. Otros confían en poder camuflarse entre el tumulto. Pero casi nunca lo consiguen.
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Una de las primeras vips en ser 'cazada' este verano 2023 ha sido Esther Cañadas. Si la semana pasada fue Miguel Ángel Muñoz el que nos dio contenido veraniego con estas instantáneas tomadas en la proa de un barco, esta le ha tocado a la top model de los noventa por excelencia.
Siempre fiel a las pitiusas, la mujer que todo diseñador quería tener en sus desfiles ha disfrutado de una amena jornada de playa con su hija Galia. Un plan de dos que puedes ver en bucle en el vídeo que abre esta noticia y que demuestra que Esther, por muy diosa que demostrase ser hace dos décadas, se comporta como cualquier otro mortal cuando toca disfrutar de tiempo de calidad con su pequeña.
No es la primera vez que comprobamos la especial relación que mantienen la modelo y su niña, a la que tuvo en solitario hace nueve años. Una criatura "especial y observadora" de la que dijo en su día que siempre aprende algo nuevo y con la que se lo ha pasado en grande a remojo, ajena al revuelo que estaba generando su presencia tanto entre los bañistas como entre los paparazzis que han logrado inmortalizar su primer chapuzón de año.