Parece que las vacaciones tardan una eternidad en llegar y un suspiro en terminar. Ha llegado el momento de volver a la rutina después del verano, y eso es algo que se nos puede hacer cuesta arriba, para qué nos vamos a engañar. Conseguir que esta vuelta a las obligaciones diarias y los horarios fijos no resulte muy dolorosa es posible. No se trata solo de resignarse, sino de bucar la forma de hacerlo aprovechando todo lo bueno que nos hemos traído de las vacaciones. Respira hondo y toma nota de estos consejos para afrontar septiembre con energía y optimismo.
Es así. Muchas veces la magia está en la actitud con la que afrontemos lo que tenemos por delante, y en el caso de la vuelta a la rutina no hay nada como mantener un actitud positiva. ¿Cómo conseguirlo? No olvides tan pronto todo lo que has disfrutado, descansado y desconectado durante las vacaciones, y viaja hasta allí con la mente siempre que lo necesites.
Hay algunas obligaciones que son ineludibles en tu vuelta al trabajo, pero seguro que no es necesario que llenes tu agenda de compromisos laborales en la primera semana. Analiza qué es lo más urgente y reparte el resto de compromisos a lo largo del mes para que no te veas desbordada en los primeros días.
En vacaciones están permitidos los excesos, pero ahora necesitas volver a recuperar tus buenos hábitos y seguir una alimentación saludable. Lo que comes influye en tu estado de ánimo y en tus niveles de energía, así que presta atención a tu dieta y, ya sabes, que no falten las frutas y verduras, las legumbres y la proteínas de calidad. ¡Ah! y que el agua vuelva a ser tu bebida favorita.
El comienzo del curso es una oportunidad excelente para empezar a hacer algo que nos apetezca mucho. Quizás es el momento de apuntarte a clases de boxeo, a un club de lectura o de aprender a tejer. Una motivación llevada a cabo puede obrar milagros en tu estado de ánimo y es algo que nos tenemos que poder permitir.
Este momento es ideal para revisar tu armario y hacer una buena limpieza. Deshazte de todo aquello que sabes que ya no te vas a poner y dónalo o ponlo a la venta en una plataforma de ropa de segunda mano. Además, piensa con ilusión en todos esos looks que te apetece llevar en tu vuelta al trabajo.
Habrá días que te sientas muy motivada y otros que quieras huir la de realidad. Es normal. La vuelta de las vacaciones requiere de un proceso de adaptación y mientras dure puede que tengas altibajos. No te sientas mal por ello y sé amable contigo, porque pasará antes de lo que imaginas.