Qué comer y qué no antes de subir a un avión: salimos de dudas con la ayuda de una nutricionista

Vivimos con unos ritmos en los que viajar en avión se ha convertido en una rutina muy común para la gran mayoría de los mortales, ya sea por trabajo, vacaciones o puro placer, lo cierto es que la media de vuelos que una persona coge a lo largo de un año ha aumentado exponencialmente en la última década. Sin embargo, la preparación para un vuelo implica más que hacer la maleta y llegar a tiempo al aeropuerto, pues uno de los aspectos más importantes y a menudo pasados por alto es la alimentación antes de embarcar. 

Y es que, lo que comemos antes de volar puede influir significativamente en cómo nos sentimos durante el viaje. Desde los temidos gases hasta el mantenimiento de la energía y la hidratación, no hay duda de que la elección de los alimentos que incluyamos en nuestra dieta juega un papel crucial (ya se sabe que somos lo que comemos, y esta es una prueba más de ello). Para salir de dudas sobre cuáles son los más recomendables y los que es mejor evitar antes de volar, respaldamos con una experta en nutrición los puntos a tener en cuenta.

“La clave para una alimentación adecuada antes de un vuelo es la moderación y la elección de alimentos que promuevan la hidratación y la energía sostenida. Recomiendo evitar los procesados y optar por opciones naturales y balanceadas para evitar problemas digestivos”, comenta Elena Gurucharri, nutricionista en la plataforma Apeteat. Añade que “mantenerse bien hidratado y elegir opciones que sean fáciles de digerir puede hacer una gran diferencia en cómo te sientes durante el vuelo. Pequeños cambios en la dieta antes de viajar contribuyen a mejorar significativamente la experiencia de vuelo y prevenir incomodidades.”

Además, Gurucharri ofrece algunos consejos prácticos adicionales: “Es útil llevar contigo algunos snacks saludables para el vuelo, como nueces, frutas deshidratadas o barras de granola bajas en azúcar. De esta manera, puedes asegurarte de tener opciones nutritivas a mano en caso de que las opciones de comida a bordo no sean las más saludables”. A continuación, su lista de ‘síes’ y ‘noes’ antes de embarcar.

Qué comer antes de volar

Según la experta, no fallan las siguientes opciones:

-Alimentos ricos en proteínas. Carnes magras, como pollo, pescado, huevos o legumbres, pueden ayudar a mantener los niveles de energía estables durante el vuelo. “Las proteínas tardan más en digerirse, lo que proporciona una sensación de saciedad prolongada”, cuenta.

-Frutas y verduras frescas. Una excelente opción debido a su alto contenido de agua y fibra, que ayudan a mantener la hidratación y a regular el tránsito intestinal. Además, son ricas en vitaminas y antioxidantes que pueden apoyar el sistema inmunológico. “Arándanos, frutos rojos, manzanas o plátanos son excelentes aliados para tus viajes. Sacian y no dan gases”, añade.

-Carbohidratos complejos. La experta incide en optar por carbohidratos complejos, como avena, quinoa o arroz integral, puede proporcionar energía sostenida y evitar picos de glucosa en sangre que puedan causar fatiga. Estos alimentos también son fáciles de digerir y menos propensos a causar malestar estomacal.

-Yogur. Una buena fuente de proteínas y probióticos, que pueden ayudar a mantener una flora intestinal saludable y prevenir problemas digestivos durante el vuelo.

-Agua. “Aunque parezca básico, muchas personas se pasan muchas horas sin beber agua cuando tienen que coger un vuelo. Mantenerse hidratado es crucial antes de volar. Beber suficiente agua antes de embarcar puede ayudar a contrarrestar los efectos deshidratantes del aire seco en la cabina del avión”, puntualiza Elena.

Lo que deberías evitar

-Menús altos en grasa. Desde frituras a hamburguesas o comida rápida, ya que pueden causar indigestión y malestar estomacal durante el vuelo. Además, pueden ralentizar la digestión y provocar hinchazón. “Deja también de lado los alimentos muy condimentados o picantes ya que pueden irritar el estómago y causar malestar durante el vuelo. Es mejor optar por comidas suaves y de fácil digestión”.

-Alimentos ricos en fibra. Si bien la fibra es beneficiosa, consumir alimentos extremadamente altos en fibra justo antes de volar, como frijoles o ciertos vegetales crudos (coliflor, brócoli, ciertas lechugas como la Iceberg…) puede provocar gases e hinchazón debido a la presión cambiante en la cabina.

-Bebidas carbonatadas. “Pueden causar hinchazón y malestar abdominal. Es mejor optar por agua o zumos naturales sin azúcares añadidos”, recomienda. Asimismo, conviene evitar también el alcohol y la cafeína ya que pueden deshidratarte, lo cual es contraproducente en un ambiente tan seco como el de un avión. “Además, el alcohol puede afectar la calidad del sueño y aumentar el riesgo de deshidratación”.

Como se puede apreciar, elegir adecuadamente los alimentos antes de volar puede tener un impacto positivo en tu confort y bienestar durante el viaje. La preparación adecuada y una nutrición consciente no solo mejorarán tu experiencia de vuelo, sino que también contribuirán a tu bienestar general.

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