Pilates, ejercicios de Kegel, bolas chinas… Probablemente hayas oído hablar de ellos y sin embargo no te has parado a pensar en la importancia que pueden tener en tu vida. El motivo no es otro que su relación directa con el suelo pélvico, que no es otra cosa que una estructura muscular que desempeña un papel crucial en diversas funciones corporales, incluyendo el control de la vejiga y los intestinos, el soporte de los órganos pélvicos y, significativamente, en la función sexual. Pues entrenar y fortalecer estos músculos puede tener un impacto positivo en la calidad del sexo, mejorando la satisfacción y la salud sexual en general.
Así lo explica Gemi Osorio, entrenadora personal y propietaria del centro ‘Pilates y Movimiento’ en la capital. “El suelo pélvico en las mujeres es un conjunto de músculos y ligamentos que sostienen la vejiga, el útero y los intestinos. Su papel es muy importante porque controla la orina, las heces, los gases… y la progresión de problemas como la incontinencia urinaria y el prolapso. También es muy importante porque, con el paso del tiempo la mujer es la que se ve mucho más afectada, especialmente cuando ha habido partos”, explica.
La experta añade que es clave que lo trabajen no solo las mujeres (para afrontar cuestiones como las pérdidas de orina o prolapsos), sino también los hombres, porque en su caso va a prevenir problemas de próstata. Pero además de esto, señala que tiene una función muy ‘erótica’ ya que va a ser determinante en la calidad de las relaciones sexuales. “Cuando un suelo pélvico esta sano, fuerte y con un buen tono muscular va a favorecer la respuesta en el acto sexual. En el caso de los hombres va a ayudar a que tenga mucho más control, mejores erecciones y un mayor control de la eyaculación; mientras que con las mujeres habrá una mayor lubricación, y eso también puede afectar de manera muy positiva, llevando a mejores orgasmos”.
Sin embargo, igual que puede ofrecer una respuesta positiva en ambos, señala que puede suceder lo contrario y tener un efecto negativo, ya que un suelo pélvico debilitado en una mujer va a hacer que no llegue al clímax, y en el hombre que haya malas erecciones o eyaculación precoz.
“Tanto hombres como mujeres, yo recomendaría que siempre se tuviera en cuenta su entrenamiento. Por ejemplo, con las bolas chinas para la mujer, o también el Pilates, ya que ahí se trabaja mucho, para elevarlo, y de igual modo se entrena la pared de la musculatura profunda (el transverso abdominal)”, apostilla.
Para aquellas que deseen ejercitarlo en casa, Gemi aconseja recurrir a los ejercicios de Kegel. “Consisten en contracciones repetidas de la musculatura pélvica y se pueden hacer sentado, tumbado o de pie. Para ello hay que recoger la musculatura genital, mantener, contraer y relajar. Lo más importante es tomar conciencia de esos músculos que deben adquirir tono y la capacidad de contraerse y relajarse”, destacando de nuevo también la importancia del Pilates.
La entrenadora con una interesante reflexión. “En el tema de pareja, esto ayudará a mantener relaciones sexuales muchísimo más placenteras porque al tener esos músculos entrenados, el acto sexual se hará con mayor intensidad, teniendo como consecuencia un mayor disfrute. Es por esto que animo a las mujeres a que cuiden esta zona, que se observen, que se miren y que se mimen. Que la trabajen, y sobre todo que conozcan su cuerpo para mejorar su calidad de vida”.