Konjac, también conocido como Shirataki, es un tubérculo de origen asiático que no tiene hidratos de carbono y del que se obtiene un polvo purificado muy rico en fibra. Al mezclar este polvo o haría con agua, se obtiene como resultado productos en formato pasta como pueden ser espaguetis, arroz, noodles o fideos. Hace unos meses, Pilar Rubio se sumaba a este nuevo ‘alimento milagro’ y compartía en redes sociales una receta junto a su nutricionista, Elisa Blázquez. Ahora ha sido María Pombo quién también ha caído rendida a este alimento, ¿qué es realmente y por qué se ha puesto tan de moda?
La influencer, que ha pasado su verano en Cantabria junto a sus familiares y amigos, no ha querido poner fin a las vacaciones sin pasar antes por Naked and Sated, un restaurante creado por el Chef Bosquet para “comer sin remordimientos” en el que todos sus platos son reales y no hay cabida para las grasas hidrogenadas, los aditivos, los azúcares y las harinas refinadas. Allí es donde la pequeña de las hermanas Pombo ha probado la pasta Konjac, un “no pasta” con gamas al ajillo y un toque oriental que se ha convertido en el plato que más le ha gustado.
Este alimento se ha convertido en una revolución por su bajo aporte calórico, ya que solo tiene 7 kcal por cada 100 gramos. Es por esta razón por la que se utiliza habitualmente en dietas de adelgazamiento, pero también tiene otras virtudes que ya nos contó María José Cachafeiro, farmacéutica, nutricionista y creadora de @laboticadetete.
Se trata de un producto muy saciante por su capacidad para retener agua. Además, es una fibra “no digerible”, es decir, nuestro sistema no es capaz de digerirla, por lo que se convierte en un alimento con propiedades prebióticas y puede resultar muy útil si tenemos problemas de estreñimiento.
Pero entre tanto beneficio, también existen algunos inconvenientes que debemos tener en cuenta si incluimos este producto en nuestra alimentación. La ingesta de glucomanano, sin aportar la cantidad adecuada de agua, puede producir obstrucciones, tanto a nivel esofágico como intestinal. La nutricionista recomienda que su uso sea esporádico, como mucho 2 o tres veces al mes, y que esté acompañado de una alimentación equilibrada y de un aporte de nutrientes adecuado.
María José Cachafeiro recomienda también sustituir la pasta por opciones más ligeras, como el uso de verduras como el calabacín o la zanahoria con las que se pueden realizar platos “mucho más nutritivos”.