Pasos para comenzar a interiorizar la disciplina en tu vida: de vencer la pereza a tus horarios de comida
La disciplina, lejos de ser un término negativo, es la que nos permite llevar a cabo con éxito nuestros planes
Pero la falta de organización o la pereza juegan a menudo en nuestra contra, y nos impiden ser tan disciplinadas como querríamos
Es hora de realizar esos pequeños cambios que necesitas para que la disciplina te permita alcanzar todo lo que te propongas
Hablar de disciplina significa hablar de cosas que, por lo general, no nos apetece hacer. Pero la necesitamos, inevitablemente, para conseguir sacar adelante nuestro trabajo y llevar un estilo de vida saludable. También implica una buena gestión del tiempo libre y la posibilidad de incorporar nuevos hábitos en nuestra vida. Podríamos, incluso, resumir que la disciplina bien llevada nos permite acostarnos cada noche con una sensación de satisfacción que nos beneficia en todos los sentidos.
Cuando no es así, y la disciplina falta en nuestra vida, lo esperable es que el agobio por no poder hacer todo lo que debemos termine por superarnos. Si manejas como nadie la procrastinación y eres de las que siempre dejan para mañana lo que pueden hacer hoy, necesitas estos consejos para interiorizar la disciplina en tu vida.
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Piensa en por qué necesitas disciplina
Nada se consigue sin un objetivo. Y si crees que necesitas disciplina, hay al menos una razón para ello. Nadie mejor que tú para saberlo, así que reflexiona detenidamente sobre aquello que te mueve a buscar la disciplina en tu vida: estrés por acumulación de trabajo, ganas de incorporar actividades nuevas a tu rutina, quieres ascender en tu empresa, buscas más tiempo libre… Descúbrelo y ve a por ello.
El orden es imprescindible
En muchas ocasiones conseguir la disciplina se reduce a ser capaz de poner orden en tu vida, así que no lo dejes para después y comienza por organizar tu agenda. Anota en ella todo lo que tienes que hacer (no solo temas laborales) y revísala cada mañana para ser capaz de repartir el tiempo que tienes y llegar a todo. A veces no se cumplirán tus planificaciones, pero irás afinando con el tiempo.
Vence la pereza
Lo sabemos, es de lo más difícil. Pero hay que conseguirlo a todo costa. Y aunque a veces parezca imposible, en realidad todo el esfuerzo (grande, sí) se reduce a un único segundo en el que tomas la determinación de ponerte en movimiento. Una vez pasado ese primer momento, todo te resultará mucho más sencillo.
Cambia hábitos poco a poco
Buscar cambios bruscos, muy alejados de nuestro día a día, suele ser sinónimo de fracaso. Piensa en aquello que quieres modificar y empieza poco a poco. Si necesitas dormir más, no te plantees acostarte dos horas antes, pero sí media hora antes. Si quieres comenzar a hacer deporte, con 15 minutos tres días por semana ya habrás introducido un cambio que podrás ir aumentando de manera gradual. Empieza por algo realista y descubre cómo eres capaz de ir a más.
Detecta qué te distrae
Las redes sociales o la televisión son capaces de robarnos toda la energía que necesitamos para lo verdaderamente importante. No dejes que te roben tu tiempo y aplícate la disciplina necesaria para lograr tus objetivos. Sin elementos de distracción, serás capaz de centrarte en ti, tanto en lo físico como en lo mental y emocional.
Organiza tus horarios de comida
Comer a las horas adecuadas y alimentos saludables repercute de manera directa en tu humor, tu energía y tu capacidad para ser eficaz. No te saltes ninguna comida y olvídate de los picoteos poco saludables. Esta es, sin duda, una de las mejores maneras de iniciar un cambio en tu vida.
Recompensas y auto perdón
Ya hemos hablado de que debes saber cuáles son tus objetivos y marcarte plazos pequeños para sentir que eres capaz de lograrlos. Y cuando así sea, una pequeña recompensa es la mejor manera de seguir adelante. Del mismo modo, si fallas, no te castigues. Piensa en qué te ha impedido conseguir tu propósito y modifica lo que creas necesario para seguir adelante. Hay cambios que no se consiguen de la noche a la mañana, y lo importante es que no pierdas la confianza en ti misma.