Tener una autoestima sana es fundamental para sentirnos bien con nosotros mismos y llevar a cabo nuestros objetivos en la vida. Cuando pasamos por momentos complicados, ya sea en lo personal, lo profesional o cualquier otro aspecto de la vida, nuestra autoestima tiende a entrar en horas bajas. Es entonces cuando empezamos a no sentirnos valorados y queridos, tanto por nosotros mismos como por los demás, aunque se trate de una percepción equivocada.
Cuando esto ocurre, toca reactivarse para conseguir que nuestra autoestima vuelva a esta donde te mereces, es decir, en lo más alto. ¿Y cómo lograrlo? Puede que en principio no te parezca sencillo, pero ya verás como lo consigues con estos consejos para que tu autoestima mejore en los malos momentos.
El autocuidado es una de las herramientas más eficaces para alimentar nuestra autoestima. Pasar tiempo contigo misma, haciendo aquello que más te gusta, te ayuda a reconciliarte contigo, a pensar con claridad sobre las cosas que te preocupan y a apartar los malos pensamientos que quieran instalarse en tu cabeza. Pasea, descansa en casa, date un baño relajante o un masaje… De manera casi involuntaria, este tiempo te permitirá ver qué puedes cambiar de tu situación (y qué no) o qué personas no te conviene tener cerca de ti.
La frustración al no conseguir los objetivos que nos marcamos en un potente caldo de cultivo para bajar la autoestima. Y en muchas ocasiones no se trata de cambiarnos a nosotros mismos, sino a nuestros objetivos. Revisa cuáles son tus metas y asegúrate de cada una de ellas es realista, y que las puedes cumplir aunque requieran esfuerzos. Si lograrlas significa transformarte en lo que no eres, ya puedes dejarlas correr sin ningún cargo de conciencia. Centrarte en objetivos posibles es la clave de que te sientas motivada y de que, además, te puedas permitir celebrar que lo has conseguido.
Esto es, posiblemente una de las cosas más difíciles de conseguir porque supone transformar nuestra forma de pensar y de mirar a los que nos rodean. Pero cuando lo consigas sentirás la liberación y el placer de no tener que medirte con lo que otros hacen, tienen o logran. Esta es una de las mejores maneras de cuidar y aumentar nuestra autoestima. No olvides que la vida no es un camino de rosas para nadie, y que todos tendemos a esconder ante los demás nuestras flaquezas, pero eso no quiere decir que no existan.
Pocos dichos hay tan ciertos como este. Una mente sana (y con buena autoestima) necesita un cuerpo sano. Así que no descuides tu salud y procura comer de manera saludable. Del mismo modo, practica ejercicio físico de manera regular, ya sea yendo al gimnasio, a clases de yoga o a caminar cada día. Liberaras hormonas que te harán sentir más feliz, dormirás mejor, y estarás llena de energía para afrontar las dificultades del día a día.
Saber decir que no a los demás cuando lo necesitamos en una de las mejores formas de mostrar respeto por uno mismo. Negarte a hacer siempre lo que te piden no es una señal de egoísmo, sino de autocuidado y de saber marcar nuestros propios límites. Y, aunque puede sorprenderte, lo cierto es que la gente suele encajar las negativas mucho mejor de lo que imaginamos, así que no te cortes a la hora de comunicar a los que te rodean que hay cosas que no estás dispuesta a hacer en determinados momentos.