Los canapés son el aperitivo perfecto para cualquier ocasión especial. Ese pequeño bocado que gusta a todo el mundo no puede faltar en una celebración y, aunque parecen sencillos de preparar, tienen sus trucos para quedar perfectos. Uno de los problemas más habituales de los canapés, sobre todo si son caseros, es que pueden llegar a ablandarse y perder ese toque fresco que los hace tan especiales. Si quieres triunfar como anfitriona, debes conocer los trucos para preparar canapés fríos sin que se ablanden. Toma nota y sorprende a todos con tus dotes de chef.

Que un canapé lleve una base u otra no es una elección caprichosa, sino que va determinada por el tipo de relleno. Si este es muy blando o líquido, deberá ir en una base de tartaleta, porque son más consistentes. Cuando el relleno es más bien sólido, como quesos y embutidos, puede ir en pan de molde o tostas. 

Esto se aplica a todo tipo de canapés si quieres que lleguen en perfecto estado a tus invitados: se rellenan en el último momento. Si los preparas con demasiada antelación, lo más probable es que terminen blandos porque la humedad del relleno habrá traspasado la masa de la base. 

Este consejo es crucial cuando la base es de pan de molde. Lo ideal es tostar el pan ligeramente, ya sea en sartén, horno, la famosa airfryer o una tostadora tradicional. Así adquiere más consistencia y resulta menos permeable a los ingredientes del relleno, por lo que es más difícil que terminen blandos.

Posiblemente este es el truco más importante de todos y la clave para conseguir unos canapés fríos para chuparse los dedos. Si el principal riesgo es que la base se empape de la humedad del relleno, la solución es aislarla. ¿Y cómo? Puede hacerlo con unas pinceladas de mantequilla, pero a veces puede interferir con el sabor que quieres para tu canapé. Una opción muy interesante es la manteca de cacao, que consigue impermeabilizar la base sin añadir apenas sabor. 

A veces no queda otra que preparar los canapés con antelación. Si es tu caso, toma nota: utiliza un recipiente hermético para conservarlos y guárdalos según el tipo de base. Si es de pan de molde, procura que estén fuera de la nevera y añade papel de cocina al fondo del recipiente para que absorba la humedad. Si usas tartaletas, cierra bien el recipiente y guárdalo en la nevera. ¡Muy importante! Sin importar las prisas de última hora, si hay algún ingrediente líquido, no lo añadas hasta el último momento.

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