Justo después de celebrar con Pablo Castellano su segundo aniversario de boda, María Pombo metía los bikinis y la crema solar en la maleta para poner rumbo a uno de los destinos favoritos del verano entre nuestras vips: Ibiza. “¡Estoy nerviosa! No me acuerdo de la última vez que cogí un avión”, admitía antes de emprender su viaje. De este modo, la influencer ha iniciado la temporada estival acompañada por su inseparable grupo de amigas, entre quienes se encuentran María Fernández-Rubíes o su hermana Marta, que estaba encantada con la idea de divertirse y descansar en la isla pitiusa después de una complicada etapa personal marcada por su divorcio con Luis Giménez y su frágil salud mental.
Las protagonistas de esta escapada han ido compartiendo en sus redes sociales algunos de los momentos dignos de recordar de estas vacaciones: risas, mojitos, sol, paseos en barco e increíbles atardeceres. Sin embargo, fiel a su sinceridad y naturalidad, Marta hacía saber a sus seguidores que su depresión estaba impidiéndole disfrutar al máximo de este contexto. “Os voy a confesar que no siempre estoy así de feliz”, aprovechaba un subidón de ánimo para explicar que a veces “una nube gris” invade su cerebro y bloquea su felicidad.
La mediana de las Pombo, reiterando que es consciente de que tiene todo lo necesario para disfrutar, reconocía que le resulta complicado definir a su entorno qué es lo que le ocurre en ese instante. “No soy capaz de explicárselo a mis amigas ni de explicárselo a nadie”, se sinceraba frente a la cámara con el único fin de animar a todos los que se sienten reflejados con esta situación. “Sé que, los que estáis pasando por esta etapa, no es fácil de reconocer y es muy frustrante que la gente no entienda que tengas momentos de bajones. Ánimo, son solo etapas”.
Como ejemplo evidente de lo que estaba relatando, Marta, dos horas después de garantizar que se lo estaba pasando de lujo, se grababa llorando en plena crisis. “La depresión es real. Da igual los logros que tengas en la vida, todo lo que tengas. Esa nube te invade y no sabes cómo gestionarla”, visibilizaba los síntomas de este trastorno emocional que le hizo retirarse durante un tiempo prolongado de la exposición pública.
En medio de este caos emocional, la influencer reaparecía en redes, después de semanas en los que “no quería salir de la cama”, con una única intención: echar una mano a todas aquellas personas que estén pasando por desequilibrios vitales como el que ha experimentado ella en este último año. Para muestra, un botón. Tal es su implicación con este tema que, el pasado mes de mayo, no dudó en hacer “una recomendación personal” que le ha ido “que te mueres” para ‘sobrevivir’ a este estado de hastío vital.
La sensación de cansancio que tiene día y noche, la asfixia que le produce la ansiedad y sus problemas para descansar del tirón le animaron a pisar una tienda de cannabis, donde dio con la solución a sus problemas. El producto es el CBD, “que es cannabis pero sin el THC, que es la sustancia que te hace ver gnomos por la carretera”. Los que la atendieron se lo aconsejaron cuando les comentó que estaba “desesperada” y que necesitaba algo que le hiciese recuperar esa vitalidad que tenía antes de que estallara la crisis sanitaria. Y Marta, que ya había escuchado sus beneficios con anterioridad, decidió hacerles caso.