Llega el fin de semana y te descontrolas. Una copita por allí… una cervecita con una tapita por allá… te suena, ¿verdad? Y esos momentos en los que una dice… “bueno, mañana lo arreglo haciendo un detox”. Y es que, tras estos excesos, muchas personas experimentan una sensación de culpa por haber sobrepasado sus propios límites alimenticios. Esa culpabilidad suele traducirse en el deseo de "compensar" los excesos de manera rápida, lo que lleva a buscar soluciones como las dietas más extremas. Estos programas, que prometen "limpiar" el organismo en pocos días, se han popularizado enormemente en los últimos años, especialmente tras periodos en los que las comilonas están a la orden del día.

Pero, ¿funcionan realmente o son solo una tendencia pasajera? Para despejar dudas, hablamos con expertos en nutrición y fitness que nos ayudan a entender qué hay de cierto en estas promesas y cuál es la mejor manera de cuidarnos después de los excesos.

Ya se sabe que las dietas 'detox' más populares suelen basarse en consumir zumos o licuados de frutas y verduras, tés, caldos o incluso suplementos específicos durante varios días. Pero la realidad es que el cuerpo humano ya cuenta con un sistema natural de ‘detox’ altamente eficiente: el hígado, los riñones, los pulmones y la piel trabajan constantemente para filtrar y eliminar desechos y toxinas. “No existe evidencia científica que respalde la idea de que estas dietas aceleren el proceso natural de desintoxicación del cuerpo. Al eliminar grupos de alimentos esenciales, como las proteínas o las grasas saludables, el cuerpo puede experimentar fatiga, irritabilidad y pérdida de masa muscular”, advierte la nutricionista Elena Gurucharri.

También es común confundir la pérdida de peso inicial con resultados efectivos. “La mayoría del peso perdido en un detox proviene de agua, no de grasa corporal”, aclara Gurucharri.

Una opinión que concuerda con la de Diego Calvo, director de EDAN STUDIOS, quién comenta que una dieta basada en zumos no es la solución para los excesos. “Quizás se venda como un milagro, pero en este sentido, los milagros no existen. Después de un periodo en el que hemos comido mal, abusando de los fritos, alcohol y dulces… creo en una dieta alcalina donde el verde esté presente en todas nuestras comidas: ensaladas, vegetales cocinados a la plancha con alimentos ricos en proteínas como carnes y pescados magros. Creo en eso y en las grasas saludables porque tienen un poder desinflamatorio y desintoxicante que provoca un impacto muy positivo, no solo a nivel de peso, sino a nivel hormonal. Todo esto debe estar combinado siempre con una rutina de ejercicios adecuada basada en el entrenamiento de fuerza y cardio (si es de alta intensidad, mejor)”.

Por su parte, Elena incide en que “en lugar de buscar soluciones rápidas, es más efectivo adoptar hábitos saludables a largo plazo. Si sientes malestar o hinchazón después de los excesos, opta por comidas ligeras, evita los ultraprocesados y prioriza el descanso. Tu cuerpo es sabio y, con el cuidado adecuado, se encargará de restablecer el equilibrio”. La nutricionista propone cuatro puntos a seguir.

En otras palabras, los detox que se viralizan en redes pueden sonar tentadores, pero los expertos coinciden en que no son la solución más efectiva ni saludable tras los excesos. En cambio, una alimentación balanceada, la hidratación y la actividad física son las claves para sentirte bien y cuidar tu cuerpo a largo plazo.

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