Una alimentación variada y equilibrada puede hacer por nuestra salud mucho más de lo que pensamos. Ajustar lo que comemos a las necesidades que tiene nuestro cuerpo en cada momento nos ayudará a sentirnos más fuertes y nos ayudará a tener una energía mayor, haciendo que seamos capaces de enfrentarnos a todos los retos que surjan. 

Seleccionar los alimentos que más nos conviene es una forma más de ayudarnos a cumplir con nuestros objetivos, por eso si queremos tener más energía y fortalecer los músculos tendremos que seleccionar la comida que favorezcan esto e incluirlos en nuestros planes de alimentación. Un batido de frutos secos puede ser una forma estupenda de conseguirlo, además de ser muy sencillo de preparar, delicioso y muy completo. 

Aunque siempre es preferible tomar los alimentos enteros, de vez en cuando tomarlos en forma de batido puede ayudarnos a salir de la rutina, disfrutando de nuevos sabores y texturas y haciendo que nuestros menús resulten más variados. Este en concreto es ideal para tomar en el desayuno, porque gracias a los ingredientes que lleva, nos proporciona una gran cantidad de energía que puede ayudarnos a afrontar el día. También es estupendo para recuperarse después de un entrenamiento, porque fortalece los músculos. 

Para prepararlo es necesario colocar todos los ingredientes en el vaso batidor y mezclarlos hasta que adquiera la textura que deseamos, porque cuanto más tiempo se triture, más homogéneo quedará. Es necesario mezclar 60 mililitros de leche de almendras con una taza de arándanos, un cuarto de taza de almendras picadas y medio plátano (esto es opcional). Una vez que todo esté mezclado, añadimos un puñado de nueces picadas y una cucharada de semillas de chía activadas (para ello hay que ponerlas en un vaso con agua y dejarlas reposar unas horas). 

Gracias a estos ingredientes se consigue una poderosa combinación de proteínas, grasas saludables y nutrientes esenciales. Los arándanos son unos estupendos antioxidantes que también aportan sus propiedades antioxidantes, los frutos secos y las semillas de chía se convierten en una gran fuente de proteínas y nutrientes clave como el magnesio y la vitamina E. Las nueces y las almendras son conocidas por ser ricas en aminoácidos esenciales y ácidos grasos omega-3 y omega-6.

Las nueces contienen hierro, zinc, potasio, selenio, fósforo o magnesio, y vitaminas B1, B3 (niacina), folatos y vitamina B6, por lo que incluir un puñado de este fruto seco en nuestra alimentación diaria puede ayudarnos a mejorar nuestra salud. Son ideales para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y ayudan a reducir los niveles de colesterol. Al añadir las almendras sumamos también vitamina E, que es un potente antioxidante. Además, es uno de los frutos secos que más fibra aportan.

Son muchos los aspectos de nuestra vida a los que tenemos que prestar atención si queremos cuidarnos y, aunque la alimentación es solo uno de ellos, es también esencial, por lo que no conviene descuidarla.

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