A las 12.33 del lunes 28 de abril España se fundió a negro. El apagón sorprendió a unos trabajando, a otros en un tren y a los menos afortunados en un ascensor. Al anochecer, poco a poco, se fue retomando la normalidad, pero ahora, superada la oscuridad hay algunas cuestiones que se ponen sobre la mesa. En el terreno doméstico, lo más fundamental: ¿qué hacemos con la comida del frigorífico y el congelador? ¿es apta para su consumo? ¿se deben desechar todas las categorías de alimentos?
Sin indicaciones oficiales a este respecto del gobierno de España, han hablado los expertos y otros organismos que nos guían a la hora de saber qué alimentos podemos conservar y cuáles es mejor tirar a la basura. La pauta general que ofrece el Servicio de Inspección y Seguridad de Alimentos de Estados Unidos (USDA) es que en el frigorífico los alimentos pueden aguantar hasta cuatro horas sin electricidad y en el congelador el plazo se extiende hasta las 48 horas. En esta pauta coincide la doctora en farmacia, nutricionista y divulgadora Boticaria García que ha informado desde su cuenta de Instagram.
"Casi todos los apagones han durado más de 4 horas así que según la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, la agencia del Gobierno de los Estados Unidos) se debería tirar el contenido. Los frescos como carnes, pescados y sobras deben tirarse sin duda. Otros alimentos como yogures y salsas se puede valorar. En este sentido, la USDA es más específica, y recomienda desechar pasadas esas cuatro horas carnes, pescados, huevos y sus sustitutos (ya sean crudos o cocinados), fiambres, salchichas, guisos, pizzas, ensaladas preparadas (de pollo, atún, macarrones, patatas); salsas y rellenos, leches, natas, yogures, quesos blandos frutas y verduras cortadas, zumos abiertos, aliños con base cremosa, masas y rebozados, tartas o pasteles con crema.
Sin embargo, no está todo perdido, esta misma organización lista los alimentos que sí podríamos quedarnos: "Frutas y verduras enteras, zumos sin abrir, frutas y frutos secos, productos de panadería como tartas de frutas, pan, bollos, magdalenas y pasteles que no lleven cobertura de queso o cremas, quesos duros y procesados, mantequilla y margarina, hierbas frescas y especias".
En cuanto al congelador, la experta española coincide con el organismo estadounidense: "Aquí hay más suerte, si no los habéis abierto, los alimentos congelados pueden estar en buenas condiciones durante 48 horas si el congelador está hasta los topes y 24 horas si está medio lleno". En la mayoría de casos este periodo no se ha superado así que todo el contenido es aprovechable. En la situación de que la comida sí se haya llegado a descongelar se podría consumir siempre que se hayan mantenido a una temperatura similar a la de la nevera -cinco o seis grados centígrados-.
Por otro lado, conviene recordar que el mal olor es un indicativo de que los productos no están en un estado óptimo, pero la ausencia de este no garantiza que la ausencia de electricidad durante este prolongado periodo no les haya afectado. Si nos encontramos dentro del frigorífico algún alimento podrido, lo mejor es vaciar toda la cámara y limpiar a fondo con agua caliente y solución desinfectante la estructura y los cajones y bandejas.
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