Logo de Life Style

Life Style

Una Semana Santa diferente: 6 lugares y procesiones españolas que hay que ver una vez en la vida

Cuando pensamos en Semana Santa, inevitablemente nos lleva, al menos a la mayoría de nosotros, a las más icónicas del país, como las de Sevilla o Málaga (donde siempre hemos visto a muchos famosos). También algunas del norte, como la de Palencia o la de Valladolid. Prácticamente cualquier municipio de nuestro territorio tiene sus propias celebraciones propias de estos días, pero ¿cuáles son las más diferentes? Hemos buscado procesiones de Semana Santa únicas que, por un motivo u otro, son realmente originales. ¿Te animas a visitar alguna de ellas?

Danza de la Muerte, en Verges

En el Bajo Ampurdán, en la provincia de Girona, se encuentra este pequeño municipio de poco más de mil habitantes que, sin embargo, cuenta con una de las representaciones más originales. La Danza de la Muerte se celebra cada Jueves Santo (siempre que el clima lo permite), y en la Edad Media era bastante común en Europa. Sin embargo, han sido pocos los pueblos que la han recuperado; entre ellos, Verges, que lo hizo en el siglo XVII. Este baile de cinco esqueletos a ritmo de tambor que recorre las calles de noche guadaña en mano forma parte de la escenificación de la Pasión de Jesucristo, pero por sí solo ha alcanzado fama propia. 

Las turbas, en Cuenca

En la madrugada del Viernes Santo, y desde 1616, en Cuenca podemos asistir a esta parte de la procesión Camino del Calvario; en ella, una multitud de miembros de hermandades, conocidos como turbos, llevan y hacen sonar clarines y tambores, normalmente hechos de forma casera; por eso, los clarines tienen un sonido desafinado, llamado ‘clariná’. En paralelo, los tambores suenan combinando el sonido al golpear el parche y los palillos entre sí alternativamente (a este sonido lo llaman ‘palillá’). Si te gustan las madrugadas estruendosas, tienes que ver esta fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional.

La procesión de la Diablesa, en Orihuela

En 1695, el gremio de labradores de este municipio alicantino adquirió una original talla esculpida por Fray Nicolás de Bussy; en ella podemos ver una cruz sobre una nube poblada de querubines y, debajo, la bola del mundo con un personaje a cada lado, un esqueleto y una diablesa. Este curioso grupo escultural recorre las calles y plazas en procesión cada Sábado Santo; sin embargo, al incluir al diablo, tiene prohibido entrar a la iglesia.

Entierro de Genarín, en León

Aunque se trata de un paso profano, este tiene lugar en la madrugada del Jueves al Viernes Santo. Se lleva en procesión a Genaro Blanco, un hombre que falleció en la mañana del Viernes Santo aplastado contra una muralla por un camión de limpieza en 1929. Aquel trágico suceso se convirtió, al año siguiente, en el motivo central de una improvisada procesión que organizaron cuatro leoneses, y que, casi un siglo después, se ha convertido en uno de los grandes eventos de Semana Santa en la capital leonesa. En esta procesión pagana, los participantes honran a Genarín dejando ofrendas como pan, queso y orujo, que también beben mientras recorren las calles.

El Paso, en Riogordo (Málaga)

A unos 35 km de Málaga capital, donde la Semana Santa se ha ganado el reconocimiento internacional, en plena Axarquía, se encuentra Riogordo. Allí se celebra uno de los autos sacramentales más originales de todo nuestro territorio, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional: en él se representan varias escenas de la pasión y muerte de Jesús a lo largo del Viernes y el Sábado Santo. En esta suerte de representación teatral participa medio millar de actores y actrices aficionados, y tiene lugar al aire libre, en un recinto de 8.000 metros cuadrados. La Última Cena, Judas vendiendo a Jesús, los juicios ante Herodes y Pilatos (este último, en la imagen) o la crucifixión son algunas de las escenas icónicas que podemos ver en vivo.

Los tambores de Calanda

Este festejo de Semana Santa, que fue dado a conocer en el mundo gracias al cineasta Luis Buñuel, nacido en esta localidad turolense, también pertenece a los festejos declarados de Interés Turístico Nacional e Internacional. En él, cientos de personas vestidas con túnicas moradas se reúnen para tocar tambores y bombos intensa y sincronizadamente, lo que crea un sonido realmente sobrecogedor y vibrante que llena las calles. El momento cumbre es lo que se conoce como 'la rompida de la hora', que tiene lugar el Viernes Santo a mediodía, cuando todos los tambores comienzan a sonar a la vez para simbolizar el dolor y luto por la muerte de Cristo.

Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail.