El embarazo, el parto y el posparto son algunos de los momentos más brutales que puede experimentar una mujer, en todos los sentidos. Así, tras dar a luz, nuestro cuerpo tendrá que volver al mismo sitio en el que estaba nueve meses atrás. Por tanto, será esencial cuidar adecuadamente de nuestra salud. Además, si has decidido dar el pecho, esto será una razón más para tener el control sobre nuestra alimentación.
Será esencial llevar una dieta rica y variada. Así, no podrán faltar en nuestro día a día las frutas, las verduras, los pescados azules, el huevo y la carne. Eso sí, todos ellos deberán ingerirse con cierta prudencia y, sobre todo, de manera equilibrada.
De la misma forma será muy importante mantenerse hidratada, por lo que habrá que beber líquido en abundancia. Debes saber que tu cuerpo necesitará unos seis o diez vasos de agua al día. Además, esta cifra será especialmente importante cuando damos el pecho al bebé.
Será muy importante tomar alimentos que sean ricos en proteínas, ya que ayudarán a que tu cuerpo se restablezca. Además, deberás saber que las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y fibra, por lo que te ayudarán a luchar contra el estreñimiento, algo muy común tras el parto.
Deberás consultar a tu médico si tienes que seguir tomando las vitaminas prenatales que has ingerido durante el embarazo (en el caso de que lo hayas hecho). También, deberás evitar aquella comida que sea alta en calorías, como puede ser la comida rápida, como hamburguesas, bebidas gaseosas o fritos. Eso sí, no hará falta que las elimines radicalmente de tu dieta, pero su consumo debe ser puntual.
En el caso de que estés dando el pecho habrá algunos alimentos que se deberán evitar. Este será el calor del alcohol y la cafeína que no estarán recomendados. Además de la alimentación también habrá que seguir una serie de rutinas de deporte, ya que el deporte será fundamental para volver a tu peso ideal y a sentirte mejor.