Cuando se tiene un bebé hay una figura que de la noche a la mañana se convierte en alguien imprescindible para nosotros: el pediatra. La salud de nuestro bebé y su bienestar es nuestra principal preocupación, y necesitamos que el pediatra nos transmita la confianza que nos hace falta para ofrecerle a nuestro hijo los mejores cuidados. La Seguridad Social cuenta con un gran equipo de especialistas que pueden atender al bebé en las numerosas ocasiones que será necesario, sobre todo el primer año, cuando las revisiones son constantes. En el caso de que quieras elegir uno privado, es posible que dudes acerca de cuál es la mejor opción. Por eso te contamos los aspectos que debes tener en cuenta para elegir al pediatra de tu hijo.
Lo ideal es que la búsqueda del pediatra para tu bebé tenga lugar antes de que nazca. Su primera revisión será cuando tenga apenas unos días, y el cansancio te dificultará una elección que deberás hacer a toda prisa. Consulta a tus amigas, familia y personas de confianza para que te den referencias acerca de pediatras con los que hayan tratado. Seguro que te ayudan a dar con el que estás buscando.
Siempre apoyándose en datos objetivos que cuiden de la salud del bebé, los pediatras tienen diferentes opiniones acerca de cómo debe ser el estilo de crianza. No es necesario coincidir con él al 100%, de hecho su opinión puede haceros cambiar la vuestra en determinadas ocasiones, pero sí es importante que haya puntos en común acerca de temas como la lactancia, qué hacer para dormir al niño o los tipos de alimentación complementaria.
A las consultas de pediatría llegan padres y madres cargados de dudas, unas más importantes que otras, que necesitan resolver. Por eso es fundamental que el pediatra tenga empatía y capacidad de escucha, y que os ayude a resolver vuestras dudas sin importar si eran simples o complicadas. También puede interesaros mucho que disponga de un servicio de atención telefónica, en el que podáis hacer aquellas preguntas para las que no sea necesario desplazarse con el bebé hasta la misma consulta.
Cuando surgen las complicaciones, sean grandes o pequeñas, necesitamos un pediatra que sea ágil a la hora de ofrecer un primer diagnóstico, y que lo transmita con claridad pero sin alarmismo. Al mismo tiempo, es importante que se muestre resolutivo y os informe de si es necesario derivar a otros especialistas, consultando vuestro parecer y sin imponer su criterio.
De nada nos sirve encontrar al mejor pediatra si su consulta está muy lejos de casa. Para una revisión rutinaria puede que no te importe desplazarte, pero para acudir cuando el pequeño esté enfermo vas a querer que la consulta esté próxima a tu casa. Valora, además, si es complicado o no encontrar aparcamiento en el caso de que tengas que ir en coche, o cuáles son las opciones de transporte público. También es importante saber cuáles son los horarios de consulta y si disponen de servicio de urgencias.