María Zurita acababa de superar la barrera de los cuarenta cuando decidió ser madre en solitario. La hija de la infanta Margarita (y por ende, sobrina del rey emérito y prima hermana de Felipe VI) estuvo un año tratando de quedarse embarazada a través de una fecundación in vitro que tardó en dar resultados. La familia real (que es la suya) fueron de los pocos en saber sus planes de tener descendencia hasta que la noticia llegó a los medios. Y una vez lo supimos, fue ella la que se encargó de ir narrándonos su evolución de la mano de su revista de cabecera.
Los primeros meses de gestación estuvieron marcados por la ilusión de la aristócrata por haber logrado quedarse embarazada. "Mi madre está feliz, llevaba 40 años esperando este momento", verbalizó en una de sus primeras salidas públicas en esta etapa premamá. Sin embargo, cuando acababa de cumplir su séptimo mes de embarazo, unas complicaciones casi provocan que perdiese al bebé que estaba esperando.
Así lo ha recordado recientemente durante su paso por 'Masterchef', donde ha confesado que Carlitos, que ya tiene cuatro años, "casi se muere" en sus primeras semanas de vida.
Todo comenzó en la madrugada del 28 de abril de 2018. María Zurita se encontraba en su casa cuando sufrió un desprendimiento de placenta, un problema que supone la tercera causa de muerte fetal en el tercer trimestre de gestación. "Sufrí una tremenda hemorragia. Me despertó mi perro Zeta, si no, habría muerto", contó días más tarde, en una entrevista para la revista ¡Hola! que titulaba su experiencia como "un drama con final feliz".
Una vez recuperó la consciencia, acudió de inmediato al hospital Nuestra Señora del Rosario, en Madrid, donde le provocaron una cesárea de urgencia. Esa misma noche, la hija de los Duques de Soria tuvo a un niño que pesó un kilo setecientos gramos y que nada más nacer, al ser prematuro, fue trasladado a la incubadora. "Nació lleno de moratones y no me lo querían enseñar porque su aspecto esa horroroso", desveló después.
Durante sus primeros días de ingreso, la situación se complicó (todavía más). "Estuvo estable cuatro días, pero el corazón y los pulmones no eran maduros y sufrió una parada cardiorrespiratoria y después otra. Si tenía otra crisis más grave no iban a poder hacer nada por él", contó. De ahí que les trasladasen a La Paz, donde lograron estabilizarle.
En estos intensos días, el padre de María Zurita (y marido de la infanta Margarita, que el pasado mes de marzo cumplía 83 años) llegó a realizar a su único nieto un bautizo de urgencia, también conocido como Agua de Socorro, a través del cual el abuelo de la criatura "se mojó el dedo con agua del río Jordán y se la untó en la frente, dentro de la incubadora".
Por suerte, los esfuerzos de su equipo médico hicieron posible que Carlitos, nombre que escogió en honor a su padre, mejorase después de doce días de hospitalización. Fue entonces cuando la prima del rey Felipe VI al fin pudo abrazar a su hijo. "Estaba lleno de cables y cuando me lo pusieron encima dejó de llorar. No ha parado de mejorar", manifestó optimista.
Por entonces, el recién nacido no sabía succionar y le costaba alimentarse por biberón. Tragar y respirar al mismo tiempo era prácticamente imposible, y esto podía provocar un encharcamiento de pulmones. Con el tiempo se fue dejando entrever una notable mejoría y, después de una larga temporada en la que María Zurita contó con el apoyo de sus amigos más íntimos, el bebé recibió el alta y volvieron a casa, esta vez siendo dos.
Ahora, cuatro años después de aquello, quienes sigan a la aristócrata (ahora cocinillas) en su Instagram habrán sido testigos de lo sano que está Carlitos, cuya presencia en el feed de su madre es constante.