Cólico, disquecia o estreñimiento: cómo diferenciarlos y cuál es el tratamiento adecuado
Cuando el niño es pequeño es normal que sufra ciertos problemas de salud
Los más comunes en los primeros meses de vida suelen ser el cólico, la disquecia y el estreñimiento
En Divinity te contamos cómo diferenciarlos y cómo saber actuar en cada caso
Cuando un niño es pequeño puede sufrir una infinidad de cambios en su cuerpo que harán que llore mucho, no coma bien o no duerma con regularidad. Así, durante los primeros meses de vida será normal que sufra de cólicos, disquecia o estreñimiento. Pero, ¿cómo podrás diferenciarlo? Y, sobre todo, ¿cómo podrás ponerle solución?
Cólicos
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Lo primero que debes saber es que los cólicos se dan en bebés de pocas semanas. Las molestias podrán comenzar a las tres semanas de vida y extenderse hasta los tres meses. Así, el bebé mostrará cierta irritación, sobre todo a última hora de la tarde, que puede desembocar en un gran llanto, estirando y encogiendo las piernas, poniéndose rojo y con el abdomen hinchado.
El cólico no tendrá un tratamiento concreto, pero sí existen algunos remedios que ayudarán a que el pequeño deje de sufrir. Lo más normal es que el especialista recete probióticos, jarabes, masajes o sesiones de fisioterapia. La recomendación dependerá del estado del pequeño y de lo que más se adapte a su situación.
Disquecia
La disquecia es un trastorno que se da, también, en las primeras semanas de vida. El pequeño no será capaz de coordinar la contracción del abdomen y no podrá relajar el esfínter para que salgan correctamente las heces. Es por eso que, con el paso de los días, sí que conseguirá expulsar las heces y serán líquidas, no duras y secas como sucede con el estreñimiento. En estos casos, no se recetarán laxantes y se podrá dar junto con los cólicos del lactante. Ambos trastornos solamente mejorarán con el tiempo, por lo que nos tocará esperar. En estos casos, también será normal que se recurra a probióticos, calor, masajes o porteo.
Estreñimiento
Si hablamos de estreñimiento tenemos que hablar de un ritmo intestinal variable, que hace que las heces creen fisuras en el esfínter anal con su respectivo sangrado.
Esta complicación suele darse, sobre todo, en aquellos bebés que están tomando leche de fórmula y, por eso, habrá que cambiar a una antiestreñimiento. Además, será esencial que sigas los consejos del especialista para saber cómo atajar el problema correctamente.