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Es muy habitual que los niños lleven una pequeña merienda al cole para tomar en el recreo. Se trata de un pequeño tentempié que les llene de energía y cuide de su salud, por lo que no vale cualquier cosa. Es decir, ya hemos aprendido que la bollería industrial o el embutido no es lo más adecuado, ni mucho menos, como tampoco lo son los zumos azucarados o los batidos envasados. Queremos que coman bien, y que además les guste lo que se encuentren cada día dentro de su mochila, por eso tenemos estas ideas para incluir en la merienda de tus hijos cuando van al colegio.
El recreo es un momento ideal para tomar fruta, y dependiendo de la edad y de sus gustos, puedes incluir una variedad muy rica aprovechando las frutas de temporada. En muchas ocasiones lo mejor es que la fruta vaya partida en trozos para que la puedan comer mejor. Si quieres evitar que se oxide, solo tienes que añadir unas gotitas de limón y aguantará perfecta hasta la hora del recreo.
Para complementarla y conseguir un almuerzo que les sacie, los frutos secos son la mejor opción. Eso sí, nunca antes de los 5 años, para evitar el riesgo de atragantamiento. Hasta esa edad solo se recomienda ofrecerlos previamente rallados. Para niños que sí pueden tomarlos, añade un puñado de almendras, nueces, pistachos, etc.
La bollería industrial queda completamente descartada de los almuerzos para los niños, ya que solo contienen azúcares, grasas y aditivos, sin aportarles los nutrientes que realmente necesitan. En su lugar, sí es una buena opción que se lleven una vez por semana una pieza de bollería casera. En su preparación tienes el control de los ingredientes que utilizas, y puedes usar harinas integrales, reducir el azúcar y utilizar productos de calidad. Además, hay una gran variedad de opciones que puedes ir alternando a lo largo del curso, como magdalenas, galletas de avena y chocolate, tortitas con fruta…
Los bocadillos son una excelente opción si se preparan con buenos ingredientes, y dejas a un lado el pan de molde y los embutidos tradicionales como el chorizo o el salami. Tampoco debes fiarte de los envasados en los que la primera palabra es “fiambre”, porque el almidón, los azúcares y los aditivos serán los ingredientes principales. Lo ideal es buscar un pan que sea integral y comenzar a probar con todo tipo de relleno:
Puedes ir probando las mezclas en casa, cuando estén contigo, para asegurarte de cuáles son las que más les gustan, e ir introduciendo poco a poco nuevos sabores que les ayuden a disfrutar de muchas meriendas variadas y saludables.