Es muy tentador realizar una prueba casera de embarazo cuando piensas que puedes estar embarazada. Una de las más populares es el conocido como test de embarazo con el dedo, que seguramente hayan llevado a la práctica alguna de nuestras abuelas. Antes de contarte más acerca de este método, has de saber que no es un test avalado por la medicina, y que lo aconsejable es no realizarlo. Es lógico que hace décadas, antes de que se normalizaran los test de farmacia y las pruebas de orina, las mujeres probaran formas fiables de confirmar un embarazo, pero a día de hoy es innecesario, y no hay nada más seguro y eficaz que utilizar los métodos estandarizados.
El procedimiento en sí mismo es muy sencillo. Solo hay que introducir un dedo en el ombligo, con mucha suavidad, y observar cuál es la reacción. La creencia es que si se nota un movimiento leve, como si el ombligo quisiera salir hacia fuera, la mujer estaría embarazada. En cambio, si no se produce movimiento alguno, se presupone que no hay embarazo.
El ombligo es una de las partes del cuerpo de la mujer que sufre modificaciones a lo largo de todo el embarazo. Esto es más visible a medida que avanza la gestación, ya que tiende a mostrarse abultado y prominente, y en ocasiones algo enrojecido. Del mismo modo que el aumento del pecho es uno de los primeros síntomas de embarazo, era habitual fijarse si ocurría lo mismo con el ombligo. El problema (o uno de ellos) es que los cambios en el ombligo, en realidad, no se hacen evidentes hasta el tercer trimestre, y para ese momento por suerte ya no hay duda de que se está embarazada.
En primer lugar, tal y como te contamos, no es en absoluto fiable. Que notemos o no un ligero movimiento en el ombligo no revela si se ha producido un embarazo. Así que fiarnos de esta prueba puede que nos haga creer que estamos embarazadas sin estarlo, y viceversa. Y ninguna de esas dos posibilidades son deseables.
Por otro lado, no es que vaya a pasarte nada malo por tocar con suavidad el ombligo, pero sí existe un riesgo de infección en la zona que no es necesario correr. Recibe el nombre de onfalitis, y se manifiesta con hinchazón, enrojecimiento, mal olor o supuración. Si notas algunos de estos síntomas no dudes en acudir al médico para que pueda tratar la infección de manera adecuada.
Ya los sabes, y si cuentan con el apoyo de los médicos y la comunidad científica es por algo. Son aquello capaces de detectar una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (GCH) que se produce durante el embarazo. Nos referimos a los test de orina que encuentras en las farmacias, y a las pruebas de orina o sangre que puede realizarte tu médico. Aunque esta hormona aparece en la sangre de la mujer embarazada incluso a los 10 días de la concepción, lo mejor es esperar a que se produzca una falta de la regla. Para ese momento los niveles son lo suficientemente elevados como para que sea detectada con seguridad.