La habitación de un niño es un pequeño gran reino. Más allá de los colores que elijas para la pared o la distribución de los muebles, debe contar con ciertos elementos imprescindibles para su bienestar y desarrollo. Aunque es posible que nuestro listado elementos imprescindibles en la habitación de un niño te resulte obvio, lo cierto es que a la hora de estructurar ese espacio tan importante para tu hijo lo más probable es que te aparezcan muchas dudas. Y hoy queremos acabar con ellas.
Que sí, que parece de lo más evidente que en la habitación de un niño hace falta una cama. Pero lo ideal es elegirla teniendo en cuenta algunos criterios. Por ejemplo, si le gusta invitar a amigos o primos a dormir, es posible que una cama nido sea tu mejor elección. Si la habitación es muy pequeña, las camas con altura, que liberan el espacio de abajo para poner un escritorio o un armario son ideales. Puedes estudiar con calma que es lo que más te conviene, o invertir en una cama evolutiva, que te permitirá ir combinando diferentes módulos para adaptarse a las necesidades del niño a medida que vaya creciendo.
Diseñar la iluminación de una habitación es fundamental. Seguro que ya cuenta con una lámpara o apliques, posiblemente de techo, que iluminen su habitación lo suficiente. Pero no olvides incluir cerca de su cama una lamparita o guirnalda de luces que emita una luz suave. Le ayudará por las noches si tiene miedo a la oscuridad, te permitirá atenderle cuando esté malito sin deslumbrarle o la usará para jugar cuando quiera crear un ambiente misterioso.
Que cada cosa tenga su sitio y que este sea de fácil acceso e intuitivo es la clave del orden en una habitación. Cajas modulares para los juguetes, armario para la ropa, perchas en la pared, un zapatero y una estanteria serían los esenciales. Aunque haya peluches que puedas poner encima de la cama, los juguetes deben tener un sitio para que tu hijo los pueda guardar (y encontrar cada vez que quiera).
Su ropa no va a estar en ningún sitio mejor que en su habitación, así que el armario es imprescindible. Si no incorpora una zona de zapatero, pon uno independiente cerca de la puerta. Los abrigos, chaquetas, mochilas… pueden encontrar su sitio en perchas de pared. Y como damos por hecho que no van a faltar los cuentos, una pequeña librería, que le permita llegar a cualquier libro, es fundamental.
Dependiendo de la edad del niño, puede que se trate de una mesa pequeña, con una o dos sillas, donde pueda sentarse a pintar, leer o hacer manualidades. Seguro que también la usa para jugar, haciendo gala de su imaginación infantil. A partir de los 6 años, lo ideal es que tengan un escritorio. Podrán seguir jugando con él, pero también será una zona en la que puedan hacer sus deberes cuando llegue el momento.
Tan importante es que la habitación sea práctica y tenga todo lo necesario, como que el niño la haga suya. Puede que la hayas diseñado como si fuera de revista, pero te recomendamos que le dejes a él elegir algún elemento según su propio criterio: cojines, una alfombra de colores, un cuadro, un peluche… A lo mejor te desentona con el resto, pero le hará sentir que esa habitación es realmente, como decíamos al principio, su pequeño gran reino.