Es época de disfrutar de la nieve, y a nadie le gusta tanto jugar con ella como a los niños. Pero para que sea de verdad una experiencia divertida, hay que prestar mucha atención a cómo les vestimos para que no pasen frío ni se mojen. Todos los detalles son importantes, desde la ropa hasta el calzado, sin olvidarnos de complementos como el gorro o los guantes. Para que no se escape nada, te contamos cómo debes abrigar a tus hijos para pasar un día en la nieve. ¡Y que solo os preocupéis por disfrutar!
No busques el jersey más gordo y les vistas solo con eso. Para afrontar el frío y la humedad de la nieve hay que ir por partes. Necesitan una primera capa para evacuar su propia humedad corporal, una segunda capa que aísle del frío y mantenga el calor, y una tercera capa (externa) que les proteja del viento y la humedad del exterior. Puedes utilizar una capa más intermedia, y ya que lo ideal es que les vistas con una capa más de las que llevaría un adulto. Si tienen frío o calor puedes ir añadiendo y quitando capas.
El algodón es uno de los mejores tejidos en la mayoría de situaciones, pero para ir a la nieve no es precisamente el más recomendable. La razón es que absorbe la humedad, aumentando el riesgo de hipotermia. Para la primera capa de ropa es mejor utilizar prendas de lana o térmicas sintéticas, y en el caso de los pantalones olvídate de los vaqueros, porque absorben el agua con rapidez y no habrá forma de que se sequen.
La capa externa debe ser siempre impermeable al agua (waterproof), y mismo tiempo permitir la transpiración. Puedes añadir a la prenda una capa de protección extra utilizando un spray repelente al agua. No uses prendas muy cortas, que no cubran la cintura, ni muy largas, que entorpezcan sus movimientos. Y en cuanto al cierre debe ser de cremallera y fácil de manipular. Además, elige prendas que sean de colores brillantes, para que puedas distinguirles con facilidad entre la nieve.
Para ir a la nieve no hay nada como unas botas que aíslen del frío, sean impermeables y transpiren bien. Lo ideal es que no entre la nieve en ellas, pero tampoco pueden apretar mucho para no dificultar la circulación de la sangre, ya que eso les enfriaría los pies. También es muy importante elegir unos buenos calcetines, que sean de lana o mezclados con material térmico sintético.
A la nieve hay que ir con un gorro que cubra perfectamente las orejas, además de utilizar una bufanda, braga o pañuelo, ya sea de lana o térmico. Los guantes tampoco pueden faltar, aunque para los niños más pequeños son más recomendables las manoplas porque mantienen mejor el calor.
Además de vestirlos adecuadamente, es imprescindible que les apliques un protector solar como mínimo del 30, porque la nieve refleja mucho la luz y es muy fácil que se terminen por quemar la piel. Reparte bien el producto por toda la cara y no te olvides de los labios.