Tania Llasera ha hablado siempre alto y claro de su experiencia personal con la maternidad. La presentadora lleva años relatando a sus seguidos cómo ha sido convertirse en madre de Lucía Lennox y Pepe Bowie, sus dos hijos junto a su marido, Gonzalo Villar. Si hay algo que define las redes de la bilbaína es por la naturalidad y por un discurso sin filtros, sea el tema del que hable. Ocurre, por ejemplo, respecto a su cuerpo y la relación que mantiene con su físico. Sobre su vida familiar ha dicho en alguna ocasión que es "más que una madre" y que, simplemente, a veces no puede más. Ahora ha realizado un sincero discurso sobre su vivencia con la maternidad, y el dualismo entre lo que se ve y se dice en redes sociales frente a la realidad.
El popular término de "mala madre", popularizado por influencers como Laura Baena para romper con el mito de la madre perfecta, es un concepto con el que Tania ha jugado a menudo, cada vez que ha ha ironizado sobre los supuestos fallos a la hora de cuidar a sus hijos. Tania siempre ha abogado por hablar de la maternidad real, de no dejar que esta absorba todos los ámbitos de la vida de una mujer, y de la necesidad de revindicar la labor que hacen las madres cada día. En un directo reciente que ha hecho en Instagram ha abundado en todo ello.
Llasera ha comenzado diciendo que está enfadada con respecto a la maternidad, puntualizando que no se trata de emitir una queja, sino de exponer una realidad. Las palabras de Tania han estado centradas en lo mucho que se habla de maternidad en redes sociales, de cómo tratar a los hijos, de qué hacer y qué no, y del daño que eso puede causar a las mujeres. Tania ha comentado que sus dos niños están en una edad en la que "todo" es negociación. "Hay días en los que sí, pero la gran mayoría de los días no tengo energía. Y no quiero más culpa en mi maternidad", ha dicho en referencia a lo que lee en redes respecto a lo que tiene que hacer.
Conceptos como la culpa o el sacrificio han vertebrado el discurso que Tania ha compartido en su cuenta de Instagram. Tras pasar dos días sin los pequeños ni su marido en Camp Tania, la casa de campo que están reformando, Llasera reconoce que ha visto las cosas con perspectiva: "Por supuesto que echo de menos a mis hijos, pero no echo de menos repetirme, gritar, negociar constantemente", ha afirmado.
Llasera ha vuelto a su vida habitual, y que ese balón de oxígeno que le han dado sus dos días “sin ser madre” le ha hecho retomar la rutina con más ganas. “Fui mejor, madre, esposa y persona, porque tuve de tiempo de estar sola. Es que la maternidad es 24 horas al día, los siete días de la semana”, ha asegurado, criticando los muchos consejos y recomendaciones no solicitadas que se reciben, por parte de las redes, pero también de los entornos.
Tania reconoce que tiene una palabra clave para que su marido detecte cuando está a punto de perder los nervios y no puede más con una situación concreta provocada por sus hijos. La presentadora ha revindicado la necesidad de poder desahogarse, de tener un momento de respiro, de desconexión. Las redes sociales son, según Llasera, un escaparate en el que poder ofrecer la mejor versión de cada uno, pero quiere dejar claro que esa no es la realidad. “No somos perfectas […] La maternidad es preciosa, pero es muy dura, y muy larga”, ha apuntado.
“Yo grito, pierdo los nervios, me pongo nerviosa […] Últimamente, cuando pierdo los nervios, les agarro así del pelo [comenta mientras se agarra a sí misma del pelo hacia arriba, sin tirar fuerte]. No les hago daño, no les tiro. “Vamos a lavarnos los dientes”, les digo, y ellos saben que si no se mueven, les voy a tirar del pelo, no fuerte pero sí lo suficiente como para que se levanten. Súper mala madre”, ha ironizado, defendiendo la importancia de tener amigas y una rede de gente con la que poder compartir estas vivencias para no sentirse sola.