Bertín Osborne y Fabiola Martínez están volcados en ofrecer la mejor calidad de vida a su hijo Kike, que nació con una parálisis cerebral a raíz de la listeriosis que sufrió su madre durante el embarazo. Los dos se involucraron desde su prematuro nacimiento en proyectos y crearon su propia fundación con el propósito de “generar y fomentar el bienestar en las familias de niños con discapacidad mediante la información, formación y orientación psicológica”.
En este contexto, la venezolana ha presentado ante los medios los talleres gratuitos del nuevo plan de formación de su fundación, con los que busca proporcionar todas las herramientas que las familias con niños con algún tipo de discapacidad requieren. Como el seminario ‘Sexualidad, Discapacidad y Diversidades’, cuyo fin es ayudar a otras familias a abordar este tema con sus hijos.
“Ahora retomamos los talleres con un tema que genera por un lado inquietud y, por otro, como mucho reparo o respeto”, estaba encantada de llevar estas formaciones por diferentes ciudades de nuestro país después de que, a raíz de la pandemia, se vieran obligados a suspenderlas. “Kike tiene 16 años, y realmente yo no sé cómo se percibe él su cuerpo, por ejemplo, y eso es un tema que tenemos que abordar”, compartía su testimonio Martínez, que está convencida de que no les beneficia en absoluto obviar con ellos este tema.
“Sobre todo por un motivo que es el que más me preocupa... Cuando tenemos hijos con discapacidad, ya sea física o intelectual, si no hacemos este tipo de trabajos los convertimos en víctimas fáciles, son muy vulnerables", explicaba a los presentes Fabiola, que cree que "cuanto más sepamos de esto, más les podemos proteger".
Carlitos, el hijo pequeño de la mediática pareja, ha empezado a ser consciente de las limitaciones de su hermano mayor. "En una conversación me decía que le daba pena que no pudiera hacer las cosas que hace él", contaba recientemente Fabiola. "Yo le dije que lo está viendo desde su perspectiva, pero que su hermano es feliz y no hay más que verlo", se sinceraba con su madre, que asegura que cuando Kike sale a la calle va "saludando" a todo el mundo.
Su primogénito ha dado "muchos ejemplos" a su familia a lo largo de su vida, pero la perseverancia y el "afán por superarse a sí mismo" son los que más han marcado a su madre: "Cuando crees que no puedes hacer una cosa, o empiezas a pensar que estás cansada o te duele algo. Si estás sano estás bien, eso son cosas nuestras. Cuando veo que él no se queja, puf”.