El caso de Ana Obregón está dando la vuelta al mundo. Este miércoles, la revista ¡HOLA! publicaba en exclusiva que la actriz ha sido madre por gestación subrogada en Miami a los 68 años. A raíz de esta noticia se ha reabierto el tema de debate en todos los ámbitos e incluso los partidos políticos han tratado este asunto en el Congreso. Tamara Gorro, que pasó por el proceso hace siete años con el nacimiento de su hija Shaila a través de gestación subrogada, ha acudido al programa de Sonsoles y ha explicado con detalle cómo lo llevo ella a cabo.
La influencer comenzaba diciendo que hay cosas que todavía le siguen "doliendo mucho" y que siempre se pone en el lugar de las mujeres porque "se pasa muy mal" y una no recurre "por gusto" a la gestación subrogada. Su hija Shaila es consciente de todo el proceso y, a su manera, explica que "estuvo en la tripita de la amiguita de mamá porque ella estaba malita".
"Estoy completamente en contra del maltrato, tanto a una mujer como a un hombre, es decir, a una persona. En países donde se hace esta reproducción asistida, porque la gestación subrogada es un método de reproducción asistida. Eso aquí sí se puede, como donar óvulos o esperma. Estoy en contra de que a una mujer se la obliga a hacer algo en lo que no tiene voluntad, pero mi caso no es así", ha explicado Tamara, cansada de todos aquellos que critican duramente su decisión.
La influencer ha explicado que la gestante y ella se eligieron "mutuamente". Tamara contantó con una agencia cuando quiso empezar el proceso y le pasaron un informe de la persona que iba a gestar a su hija, igual que a esa mujer un informe del matrimonio que en aquel momento formaban Tamara y Ezequiel Garay. "Nos conocimos a través de una videollamada porque ella estaba en Utah. Nos conocemos, nos aceptamos y comienza el proceso. El proceso judicial arranca en el minuto 1 en el que da positivo el embarazo. El juez, en todo momento, está pendiente de que se cumpla todo por ambas partes", ha explicado la empresaria sobre los detalles concretos de su caso.
Gorro ha querido destacar que, en su caso, no existe "compensación económica". Lo que ella paga son "los gastos" propios del embarazo. Tamara hace un contrato con la agencia que va ante un juez y es entonces cuando el proceso "empieza a desarrollarse con naturalidad". "Yo fui antes del parto. Me fui con ella y con sus hijas de compras. En el parto estaba su marido, su suegra y sus hijas ¿Tú sabes como lloraba? Eso es precioso. Cuando el bebé nace, en mi caso, te lo dan a ti. Nació y me puse a Shaila en el pecho", cuenta sobre cómo vivió esa experiencia.
Contra todos aquellos que atacan el proceso de Tamara Gorro y que consideran que "una madre es la que pare", la influencer ha sido muy tajante: "No, perdona, ni madre ni padre. Es el que cría, el que enseña, el que educa y el que da amor".
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