Sin duda te preocupa que tu hijo, al llegar la noche, tenga un buen descanso, y en ocasiones para que eso ocurra lo más complicado es que concilie el sueño. Los expertos apuntan a que es necesario establecer rutinas nocturnas, como el baño, que faciliten este momento. Uno de los hábitos que mejor funciona es ponerle música al bebé para que se duerma. Y en eso, como en todo, siempre hay opciones mejores que otras, por eso queremos ayudarte a elegir esas canciones que harán que tu hijo concilie el sueño en poco tiempo y de manera plácida.
Está comprobado que los bebés que escuchan ruidos blancos o melodías se duermen antes que los que no escuchan nada. Hay quienes recurren a los sonidos de la naturaleza, como el de un río, las olas del mar o el viento entre las ramas de los árboles. A la hora de buscar una canción, hay tantas posibilidades que podemos encontrarnos un poco perdidos. Te contamos con qué acertarás seguro.
Si tus padres o tus abuelos te cantaban nanas, sabes de lo que hablamos. Con solo escucharlas sientes relajación y eso te incita al sueño, y como su eficacia no disminuye con el paso de los años, es hora de rescatarlas para cantárselas a tu hijo. Si no te acuerdas de ninguna, puedes aprender nuevas, y en tu búsqueda solo tienes que asegurarte de que sean nanas o canciones de cuna.
Seguro que te suena lo de que la música de Mozart estimula el desarrollo cognitivo y emocional de los bebés. Pues el “efecto Mozart” va más allá y consigue que se relajen y se duerman. La clave está en las frecuenciales bajas de sus composiciones, así que no dudes en recurrir a él a la hora de dormir a tu pequeño. Hay otros compositores clásicos que también puedes incorporar a la hora de ir a dormir, como Johannes Brahms y su canción de cuna, la famosa Op. 49, nº4.
A la hora de elegir una canción para dormir a tu hijo, puedes hacer la prueba de escucharla tú primero y ver qué efecto te causa. Si te relaja, es muy posible que también relaje al niño. En cambio, si tiene partes en las que se acelera o notas demasiado agudas, notarás cómo te saca del estado de relajación que quieres conseguir.
A partir de los 3-4 años, no solo importa lo que tú elijas, sino también los gustos de tu hijo. No dejes nunca de proponerle canciones que creas que le pueden ayudar a dormir, pero dejar que te diga cuáles son sus preferidas para dormir. Y si puedes tararearlas, mejor.