Si aquellos padres y madres con un bebé en casa pudieran pedir un deseo, es posible que todos coincidieran en el mismo: que durmiera por la noche. Que los bebés lloren a la hora de dormir si los dejas en su cuna es algo habitual, y para intentar evitarlo surgen propuestas como el Método Ferber. Te contamos en qué consiste, cómo aplicarlo con tus hijos, y cuáles son sus ventajas y desventajas.
Seguro que ya has probado de todo para que tu bebé se duerma: cantar nanas, darle un baño relajante, ruidos blancos, mecerlo sin descanso… Lo que te promete el Método Ferber es que, aplicado en bebés a partir de 5 meses, estos consiguen dormirse ellos solos, sin ningún tipo de ayuda externa.
El objetivo es establecer una rutina del sueño, dejando al bebé solo aunque reclame la presencia de los padres. Las pautas fueron marcadas por el pediatra Richard Ferber, fundador y exdirector del Centro de Trastornos del Sueño Pediátricos del Children's Hospital en Boston. Tras diferentes investigaciones, reunió los resultados obtenidos en el libro Solucione los problemas del sueño de su hijo. Publicado en 1985, tuvo mucho éxito en su momento, y a día de hoy todavía cuenta con tantos seguidores como detractores.
Según Richard Ferber, los bebés que no se duermen interpretan tener sueño como un malestar físico, y al no saber afrontarlo no consiguen dormirse y lloran. Para que esto cambie propone los siguentes pasos:
El doctor Ferber aclara que no todos los niños son iguales, y que este planteamiento se debe personalizar en cada caso. Y, esto es válido para todos, nunca hay que dejar a un niño desconsoladamente durante demasiado tiempo.
No hay dos bebés iguales, por lo que puede que uno se adapte pronto a este método y comience a dormir solo, pero para otro bebé este método puede suponer una tortura sin sentido. Un bebé puede llorar porque necesita sentir el calor de sus padres, no solo por sueño, y dejarle solo, desde luego, no cubre su necesidad.
Del mismo modo que hay padres que están encantados con los resultados que ha tenido este método en sus hijos, otros piensan que es perjudicial para el desarrollo del bebé y para establecer vínculos con él. Así que nadie mejor que una madre o un padre para saber qué es lo que verdaderamente necesita su hijo, y no seguir indicaciones por modas o por presiones externas.